SALTA (Redacción) – La empresa responsable del suministro de energía eléctrica en la Provincia de Salta, Edesa, se llevó todas las miradas y la atención por parte de la comunidad y los legisladores, y no precisamente por buen mérito. Fueron muchísimos los usuarios que se quejaron por lo que más tarde, las autoridades anunciaron se trata de «facturaciones estimadas”.
Debido al aislamiento obligatorio que regía en Salta, los trabajadores de la empresa no se presentaron físicamente en los domicilios para realizar las mediciones como sucedía normalmente. Al contrario, la empresa se valió de otra práctica: la facturación estimada, tomando como referencia valores anteriores. Por ende, los usuarios reclamaron que lo facturado no coincidía con lo utilizado por ellos en ese tiempo.
Tras idas y vueltas, cruces y resoluciones en la Cámara de Diputados, el titular del Ente Regulador de Servicios Públicos, Carlos «Uluncha» Saravia, se manifestó. El mismo cuestionó a abogados e instituciones de consumidores que denunciaron fraude de la empresa Edesa en la facturación estimada durante la cuarentena. Las afirmaciones devienen del análisis y control que se realizó a los documentos presentados.
En ese sentido, informó que se recibieron 1.514 denuncias vinculadas a esa facturación realizada en tiempo de cuarentena obligatoria. Sin embargo, de la verificación realizada no surge ningún caso de delito, ya que los cálculos están correctos, según relató. Finalmente calificó de especulaciones infundadas las denuncias formuladas y desestimó los reclamos.
No somos clientes, somos “usarios”
Paralelamente, Saravia aseguró que en su gestión se modificó completamente el enfoque que debe tener el organismo. Según explicó, el Ente no debe ser un árbitro entre la empresa y los usuarios, sino que está obligada a defender los intereses de los consumidores. Al respecto, explicó que no hay relación de fuerzas entre una empresa que factura miles de millones de pesos y un usuario que a lo mejor se encuentra en la pobreza.
En ese sentido informó que se ordenó tanto a Edesa como a Aguas del Norte erradicar de toda su documentación y vías de comunicación el término cliente. Las mismas deberán cambiarlo por usuario del servicio.