(Por Diego Nofal) El senador Juan Carlos Romero está sumamente enojado. El parlamentario por Salta fue el único que protestó contra la resolución que pide «que se incluya dentro de los clientes de las entidades financieras que no pueden acceder a la compra de moneda extranjera en los términos previstos en la Comunicación A 7105 y 7106 del 15 de septiembre de 2020 a los diputados nacionales y senadores nacionales».
De acuerdo con la medida que fue votada a mano alzada, “el Poder Ejecutivo Nacional ha implementado determinados mecanismos a los efectos de asegurar la sostenibilidad del mercado cambiario argentino y el flujo de divisas para proteger la inversión y el empleo argentino”. Dentro de ese marco los senadores y diputados decidieron colaborar y autoimponerse una restricción a la compra de dólares. “Es una medida innecesaria y demagógica. No creo que haya legisladores haciendo cola para comprar dólares”, señaló el exgobernador de Salta.
“Massa siempre dice cosas para lucirse ante la tribuna. Dijo que ningún legislador va a tener coronita. Ahora resulta que pueden comprar dólares todos menos un legislador. Es parte de ese afán que tenemos los políticos de que castigándonos la gente nos va a dar un mayor grado de aceptación”, señaló Juan Carlos Romero. Pero lo cierto, es que es el primer sacrificio que hacen los miembros de la casta política argentina, recordemos que durante la pandemia se negaron a bajarse el sueldo. Además, el presupuesto 2021, establece un incremento del 53% en el presupuesto del Poder Legislativo.
Por su parte, el senador Mario Pais, del Frente de Todos, otro de los que estuvo en contra de reducir los salarios de la oligarquía política estatal, señaló: “Esto es una señal a la sociedad en momentos en que necesitamos mantener las reservas. Nos imponemos esta restricción para dar una señal de que todos podemos contribuir. El Banco Central está dando cuenta de un mal uso. Ojalá que desde otros ámbitos como el Poder Judicial se dicte una resolución como esta”.
Romero, el senador millonario
El exgobernador de la provincia tiene motivos para estar preocupados por esta restricción. Según la declaración jurada que presentó ante la Oficina Anticorrupción, tiene una fortuna de 214 millones de pesos. Pero uno de sus principales activos es una mansión en Punta del Este, valuada en 145 millones de pesos, para mantenerla y pagar los gastos de su ostentosa vivienda vacacional, necesita comprar dólares. Eso explica que haya sido el único de los legisladores que se opuso a la medida.