Amigo Lector: Sabemos que Walt Disney fue un hombre de una imaginación inaudita, que allí donde vio ratones creó a Mickey Mouse, donde vio un pato criollo sacó a Donald y donde seguro vio a un nabo dibujó a Tribilín. Pues os digo, que en Salta también existe alguien con neuronas capaces de convertir a gnomos en funcionarios, a Olivias en directoras y a elfos en maestros de la obra pública.
Cual grácil “Campanita” del Peter Pan, la Dra. Bettina Romero, volando sobre la ciudad porque parece que no conoce las calles, toca con su varita mágica y ¡Zas!, ya aparece un ñato (sepan disculpar mi descortesía en el término, pero en ocasiones lo que uno ve, lo refleja) en el gabinete, y con la misma facilidad lo desaparece. Sino, pregúntenle a Bernardo Racedo Aragón.
Gira tan ágil este carrousell municipal que nadie termina de darse cuenta qué es lo que está ocurriendo o si acaso, es la misma “Tity” la que asumió dos o tres veces en el año, ya que cada pase mágico se celebra en esa municipalidad como si hubieran ganado la elección. Debe ser la cultura clásica de la Dra. Romero que abrevó en el Tancredo de Giovanni de Lampedusa (La novela “Il Gatopardo” para los iletrados) cuando sentencia: “Cambia todo, para que nada cambie”.
Pero como caballero y galante de nota que soy, no he podido dejar pasar por alto el nombramiento de la deslumbrante Valeria Capisano, a quien esta gráfica la muestra como la “Mujer Maravilla”, quizás la muestra de que forma más bien parte de un Comic que de un gabinete.
Ahora… una duda me deja el Puente Troncocefálico más desestabilizado que el Puente Vélez Sarsfield. ¿La Capisano dará varias vueltas para convertirse en estrella? Porque de ser así, podrían en ese gabinete pedirle el secreto y comenzar todos y todas a girar. Quizás ninguno llegue a convertirse en nada maravilloso, pero por lo menos estarían en movimiento.
Vale “Un trago e’giniebra”, diría el criollo. Con esta gente ¿Para qué algo más caro y refinado?
