SALTA (Redacción) – Siguen las repercusiones por la decisión del COE de continuar la presencialidad en las escuelas de Salta. El día de hoy, el gobernador Gustavo Sáenz aprovechó la presencia del ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, para ratificar esta medida. Asimismo, recalcó que no se trata de un capricho del Gobierno y que discutir la continuidad de las clases presenciales es «algo estéril».
“La decisión en Salta no es caprichosa, está sujeta a criterios médicos y es firme, hasta que los especialistas digan lo contrario», aseguró el mandatario. Sostuvo que se trata de una medida que se tomó en base a los consejos de especialistas y no busca anteponer la presencialidad por sobre la salud. En ese sentido, recalcó que la pandemia está controlada en el territorio salteño.
Gustavo Sáenz recalcó que nuestra provincia es una de las tres jurisdicciones en donde mejor se manejó el avance del coronavirus. Por este motivo, aseveró que la suspensión de las clases presenciales no es una opción. De hecho, sostuvo que sería caprichoso acceder a las presiones de algunos sectores y calificó de «estéril» a las discusiones que se dieron respecto a este tema.
Para finalizar, reiteró que la decisión en torno a las escuelas es una de las prioritarias detrás de salud y que estarán atentos a la situación epidemiológica para decisiones, «no caprichos». Por su parte, el ministro de la Nación recalcó que existe una deuda pendiente con Salta en cuanto a educación y que está camino a saldarse. «Todavía resta mucho por hacer», manifestó el funcionario nacional.
Malestar del sector docente
La decisión del Gobierno de continuar con las clases presenciales aumentó el malestar del sector docente. Esto se debe a los números de educadores fallecidos y contagiados desde el inicio del ciclo lectivo. Según explicaron, hay un docente que muere por día a causa del virus. Localidades como Salvador Mazza, Metán Vaqueros, El Carril y La Viña, ya registran fallecidos entre la familia educativa.