SALTA (Redacción) – En las últimas horas se conoció la noticia de que el presidente Alberto Fernández define los puntos de un decreto para que la Argentina tenga vacunas de Pfizer, Moderna y Janssen. Ante esta situación, la diputada nacional por Salta, Virginia Cornejo, cuestionó duramente la postura del oficialismo nacional. «No se sabe para qué lado va el Gobierno», disparó la referente de Juntos por el Cambio en la Provincia.
«¿Para qué lado va el Gobierno?», preguntó la diputada Cornejo desde sus redes sociales este jueves. Allí recorcó que el oficialismo evitó cambiar la ley para que el país pueda comprar las dosis de Pfizer. «Pasamos un duro momento cuando en la Cámara de Diputados fue rechazada nuestra propuesta de que les compren las vacunas a nuestros niños inmunodeprimidos», describió.
«Parece que ahora recapacitaron, y el presidente publicará un decreto que va a permitir la llegada de esta vacuna», agregó la legisladora de Juntos por el Cambio. De igual manera, aclaró: «Si bien nos alegra porque es algo por lo que luchamos y que pedimos, no se sabe para qué lado va el Gobierno, que borra con el codo lo que escribe con la mano». Como bien se informó, el DNU adecuaría la legislación argentina a las normas de Estados Unidos para darle protección a las empresas norteamericanas mencionadas.
«Tan vergonzoso como peligroso»
En tanto, unas horas antes de conocerse el decreto presidencial, Cornejo detalló la situación que se vio en el Congreso Nacional. «Legisladores nacionales oficialistas acaban de rechazar el proyecto que iba cubrir con la vacuna de Pfizer a niños con discapacidades y comorbilidades», denunció en la tarde del jueves la diputada por Salta a través de su cuenta oficial de Facebook.
Allí remarcó que esta vacuna «es la ÚNICA aprobada en el mundo para esa franja etárea». Y en la misma línea disparó contra el Gobierno nacional y el oficialismo por la postura en contra de las dosis de la firma norteamericana. «Está más que evidente que militan una vacuna y defenestran otra sólo por ideología», describió. «Aún a costa de la salud de los más pequeños. Tan vergonzoso como peligroso», había lamentado.
