SALTA (Redacción) – Con una propuesta renovada, pensando en el municipio de la pospandemia, el mítico dirigente, Miguel Calabró, le ganó a la política feudal del Departamento de La Caldera que contiene también al municipio de Vaqueros.
Los números con que Calabró derribó al esquema que gobernaba en los municipios de La Caldera y Vaqueros desde hace una década son contundentes. Más de veinte de puntos de diferencia lo ungieron senador por ese Departamento sobre Silvina Abilés que tentaba ir por un tercer mandato consecutivo.
En la categoría de Convencional Constituyente, la profesora Viviana Canchi dejó fuera al intendente, Daniel Moreno, y el equilibrio en los Concejos Deliberantes de ambos pueblos cambió con mayor representación opositora. Le quedan a estos intendentes dos largos años para gobernar en soledad.
Ahora ¿Cuáles fueron las razones por las que los vecinos decidieron cambiar y de manera tan definitiva?
Primero hay que resaltar que en La Caldera se registró uno de los índices más altos de sufragio lo que demuestra el deseo de participar de los vecinos y hacer sentir ese deseo de cambio. Casi un 70% del padrón avaló esta transición.
La razón mayoritaria fue el cansancio, sin duda. El hartazgo de mantener un régimen personalista y cerrado que nunca dio participación a nadie, en tiempos donde todos son necesarios para superar una crisis como la presente. A diferencia de esto, el sector ganador hizo una correcta lectura de los tiempos.
El senador electo, Miguel Calabró, en cambio, aplicó un criterio amplio invitando a participar a todos, sin importar la ideología o el color político. Lo importante era el compromiso con el municipio y con los vecinos.
Otra diferencia que el electorado captó fue la forma de hacer campaña. Mientras el oficialismo acudía a las fotos con funcionarios y promesas administrativas, incluso sobre temas ya prometidos y no cumplidos desde hace una década, Calabró movilizó un mensaje realista sobre la base de “Hay mucho por hacer”, sin ofertas, pero resaltando que el Departamento es proveedor de las “Tres A” (Agua, Aire y Áridos) a la Capital de Salta mientras hay vecinos que no tienen agua; luego, es necesaria una reparación sobre los recursos naturales locales.
La campaña del sector ganador fue limpia y clara en todo momento frente a la comunidad de trolls oficialistas que distribuyeron en las redes agravios, falsas denuncias y hasta amenazas. Así, se puede decir que en La Caldera – Vaqueros, el bolsón y el clientelismo cayeron vencidos frente a un programa de trabajo que ya está ejecutando el equipo de Miguel Calabró con vistas a lo que se llamó “Una política municipal en la pospandemia”.
En suma, comienza un tiempo donde consenso, participación vecinal amplia, capacitación y producción, serán los rieles por donde ya comenzó a transitar el nuevo concepto de progreso en estos dos municipios.
