SALTA (Redacción) – Esta semana la Cámara de Diputados de Salta vivió una situación particular. A pedido de algunos legisladores, quienes no se vacunaron contra el COVID-19 no participaron de las sesiones en el recinto. Uno de los tres diputados apartados fue Andrés Suriani quien fue tildado de “antivacunas” y generó una fuerte controversia.
Es por eso que el diputado provincial intentó justificarse y se desligó de las acusaciones. “No soy un antivacunas. Estoy esperando que se apruebe esta vacuna, estoy esperando la decisión de ANMAT, pero si es algo provisorio me parece que uno tiene que tener la libertad de elegir si está de acuerdo o no en ser parte de un experimento, en este caso yo respeto la libertad de las personas. Mi mujer y mis hijos están vacunados, pero yo no quiero hacerlo aún”, expresó el legislador.
Andrés Suriani denunció discriminación contra su persona al ser obligado a estar vacunado para participar de las sesiones dentro del recinto. “Creo que fue un acto de discriminación. Primero porque la vacunación todavía no es obligatoria, segundo porque la vacuna no solo está en estado experimental sino que no tiene una aprobación por parte de la ANMAT”, resaltó.
“A nadie se le pidió certificado, solamente se me preguntó si yo estaba acunado y dije que no, por lo cual causó que no pueda estar en mi banca. Me parece que es un acto de discriminación, no quise averiguar de dónde vino la orden pero creo que si así estamos y se hace esto con un diputado imaginemos entonces qué se va a hacer con el común de la gente cuando es algo provisorio y no hay ninguna ley todavía que obligue a la vacunación”, manifestó.
Por último, Andrés Suriani se mostró profundamente en desacuerdo con la postura que tomó la mayoría de los diputados provinciales. “Me parece que cercenar las libertades en este caso de un legislador no me parece correcto, pero bueno, si así son las reglas de juego habrá que a futuro trabajar fuertemente en este campo de las libertades”, concluyó.
