SALTA (Redacción) – Hoy 30 de diciembre se cumple un año desde que en el Congreso de la Nación se aprobará la Ley del Aborto. A esta legislación se sumaron otras medidas que tendieron a equiparar las condiciones de vida de la mujeres y de los colectivos sexuales. No obstante, aún sigue habiendo representantes políticos que siguen mostrando su rechazo a la misma y el caso de Fernando Alabi es una de ellas.
El intendente de Las Lajitas cuando fue consultado sobre qué pensaba al respecto de la Ley del Aborto fue muy claro y contundente: «No estoy muy de acuerdo con el aborto, deberíamos pensar antes en lo que hacemos», respondió Fernando Alabi. Así queda demostrado como un jefe comunal carece de perspectiva de género, hoy tan vigente y fundamental para cada uno de nuestros representantes políticos.
Fue más a fondo y al respecto admitió: «Si metemos la pata, a los hombres les diría que hay que tenerlas bien puestas y ponerle el pecho, y a las mujeres también…si cometieron un error hay que poner el pecho y no siempre buscar la solución más fácil», manifestó Alabi como si tomar la decisión de interrumpir un embarazo fuera una medida sencilla de tomar.
También hizo referencia a las disidencias y los colectivos LGTBIQ y al respecto reconoció que «cada uno elige su forma de vivir, cada uno es libre y puede pensar y hacer lo que le parece». Ignorando la existencia de la Ley Micaela, el intendente de Las Lajitas celebró que en su municipio hay muchas personas de la comunidad trabajando en la administración pública y lo celebró como si fuera un logro propio.
Además, contó que se está llevando a cabo la investigación correspondiente contra el jefe de personal del Municipio, quien fue denunciado por violencia de género y persecución laboral. Lo que demuestra muy bien por qué tiene estos pensamientos Alabi. Según el mismo, si la Justicia dictamina la responsabilidad del acusado recién ahí se tomaran las medidas adecuadas con respecto a este personaje.
El pasado 23 de diciembre, una empleada del municipio hizo una presentación penal, la cual tiene tiene un título terciario en administración pero no tiene una función estable y su última función fue estar «en la cocina» por orden jerárquico. Según lo que comentó la victima, este destrato sería más por motivos políticos porque la mujer había militado y formado parte de la anterior administración municipal.
