SALTA (Redacción) – Se cumplen 440 años de la fundación de la ciudad de Salta. De los múltiples festejos que hubo en la ciudad se encargaron las autoridades pertinentes. El acto central fue frente a la Legislatura provincial. . Mientras que desde el arco político fueron expresando sus sensaciones ante esta fecha tan especial. Así fue el caso de la exlegisladora de Salta, Alcira Figueroa quien vínculo esta fecha con la colonización y la extracción de los recursos naturales.
Si bien reconoció que el 16 de abril es una «fecha muy importante» y recordó que cuando era chica se preguntaba porque la calle donde vivía llevaba como nombre esta insignia. «Se organizan actos, desfiles, se honra la memoria de Don Hernando de Lerma y otros colonizadores que hace 440 años pisaron estas zonas», siguió escribiendo Figueroa. Dio la definición histórica a estos hombres que llegaron a lo que hoy es la ciudad de Salta.
Sin embargo, este arribo no estuvo vaciado de conflictos. En este sentido, la exlegisladora recordó que se encargaron de «apropiarse de los territorios, sus riquezas y hacer de sus hombres y mujeres nativas sus propios servidores y esclavos». Alcira Figueroa reflexionó también. «Siempre me pregunte si ese hecho salvaje de dominación valía la pena festejar y homenajear«.
Tampoco se olvidó de apuntar y señalar a las instituciones religiosas como cómplices de estos hechos. Es que aclaró que el colonizador (Hernando de Lerma) recibió estatuas, monumentos y demás. Es que «la Iglesia Católica y su clero, quienes también fueron beneficiados con sus mejores espacios y los más altos honores, complacencias y recursos», recriminó Figueroa.
¿Figueroa criticó las inversiones en la minería?
Antes de llegar al final siguió describiendo sobre el papel de las rebeliones populares y elementos característicos de la historia. Cerró su documento en las redes sociales comparando el pasado con la actualidad. «A 440 años, Salta sigue el mismo proceso de colonización, pero con métodos más modernos. Hoy vienen por el oro, el litio, el cobre, el agua y sus tierras. Los nuevos colonizadores, de otros países; los cipayos, los trepadores, son los mismos, los esclavos, también. Creo que cuando la historia sea contada del lado de los vencidos, podremos cambiar el relato y la realidad. Es bueno tener sueños y también utopías», concluyó.
