SALTA (Redacción) – Se aprobó una nueva prórroga en el Concejo a favor de la permanencia de los feriantes en el Parque San Martín. Esto trajo una gran discusión en el ámbito político provincial y uno de los referente del PRO de Salta, Pablo López, manifestó su rechazo a la demanda de los puesteros. Aseguró que detrás de su voto hay un respaldo a quienes pagan los impuestos de manera corecta y sostenida en el tiempo.
«No solucionar los problemas de fondo es moneda corriente. Desde mi banca nunca voy a ir en contra de los ciudadanos a los que el Estado asfixia con impuestos y sin embargo están al día y hacen las cosas bien. Esconder la basura debajo del sillón no va a solucionar absolutamente nada. Los salteños somos todos», recriminó Pablo López.
Además de la discusión propia dada en el Concejo, también compartió por su cuenta de Instagram al respecto de este debate. «No quiero acompañar este proyecto porque estoy siendo injusto con toda la ciudad que paga sus impuestos, que está al día, que hace las cosas bien y que el mensaje que le estamos mandando desde el Concejo Deliberante es que aquellos que tienen deudas grandes, aquellos que durante 14 años nos usaron nuestros espacios público digan sigamos un año más», reflexionó López.
«Yo creo que la empatía es buena, pero también hay que tener empatía con el resto de los vecinos que pagan, que están al día, que se sienten asfixiados, abandonados por el Estado. Los salteños somos todos, no solamente el grupo que está en la feria del parque», concluyó su planteo López. Las críticas a esta nueva prórroga acrecentó las grandes diferencias entre los concejales y el municipio.
El Ejecutivo dilató su relación con el Concejo
La discusión por este problema abrió la puerta a grandes debates y fueron muchas las críticas que el Ejecutivo le hizo a los concejales. El municipio en general rechaza rotundamente este acompañamiento y uno de los picos fue Ramiro Ángulo y Susana Pontussi, encargada de mantener el orden en la ciudad. Este nuevo capítulo por el Parque San Martín tal vez se termina convirtiendo en un nuevo punto de fractura entre el Concejo y el Ejecutivo.
