SALTA (Redacción) – Salta vive una de las peores sequías de su historia. Al igual que gran parte de las provincias cordilleranas, se declaró la Emergencia Hídrica. Sin embargo, en nuestra provincia se afectó severamente el consumo de agua de red. Es por eso que Gustavo Sáenz pidió «no buscar culpables» y reconoció una sequía inédita.
El gobernador de la provincia lamentó lo que sufren los vecinos del norte provincial. “La naturaleza no nos está acompañando. Es la sequía más grande de los últimos 50 años. Los diques Itityuro y Limón se abastecen de vertientes de Acambuco y Caraparí, y cuando no llueve no hay agua, y el 90% necesita el abastecimiento de esa agua por lo que la gente paga las consecuencias”, señaló.
Gustavo Sáenz, quien durante su recorrida por el norte provincial apuntó contra gestiones anteriores, tuvo un cambio de postura. “Buscar culpables y quién tiene razón, no le da a la gente agua. A la solución la tengo que dar yo, porque soy el gobernador. La Provincia está invirtiendo una cantidad de dinero importante», manifestó.
«Yo puedo decir: acá no se hizo esto, ni aquello, pero en definitiva deben actuar los órganos competentes. Como máximo puedo trabajar en proyectos ejecutivos reales y por eso trabajamos con gente de la zona e idónea y con la UNSa, porque de nada sirve perforar y que no haya agua”, expresó Gustavo Sáenz sobre las obras que probablemente tengan impacto el próximo verano.
Por último, fue tajante al afirmar lo que vio en el norte provincial. «Cuando fui intendente, rezaba que no llueva porque se inundaba la ciudad, ahora me toca rezar para que llueva. Son cosas que pasan y afectan a la gente. Estuve en Aguaray en Mosconi, Tartagal. La situación es penosa. Es dolorosa, ver a niños cargando bidones. Sin una gota de agua”, concluyó Gustavo Sáenz.