SALTA (Redacción) – Después del triunfo arrollador del gobernador Gustavo Sáenz tuvo que volver a enfrentarse a la realidad y a las problemáticas sociales que en gran parte surgen del contexto nacional. Entre ellos se encuentran las manifestaciones de los autoconvocados tanto del sector docente como de salud quienes reclaman por mejoras salariales y ya llevan varios días consecutivos de huelga.
En este sentido, el gobernador admite comprender los reclamos salariales de estos sectores ya que desde su gestión siempre trataron de dar respuestas a estas demandas. No obstante, aclaró que en esta situación de conflictividad permanente es muy difícil negociar con esos sectores. «Los gremios deben recuperar esa representatividad porque el diálogo con los autoconvocados es difícil. Se sientan en una mesa, se llevan una propuesta pero después se vota en una asamblea y lo acordado cae en saco roto», expresó Sáenz.
Al mismo tiempo, admitió que se viene diciendo «barbaridades de un lado y del otro». También reconoció errores dentro de su equipo de Gobierno y contó que le duele que le digan «represor» por la represión policial. «Yo no mande a nadie, fue una decisión de la justicia. No hay que criminalizar el derecho a protesta pero se debe respetar al resto que está trabajando«, sostuvo Sáenz.
Le respondió a los docentes que siguen cortando las rutas y no están dando clases. «Día no trabajado, es día no pagado» a lo que recordó que Salta cuenta con uno de los mejores sueldos educativos del país. Sáenz sostuvo que «hay muchos que quieren el caos, que buscan el caos y la provocación», remarcó lo cual realmente es un error y dificulta cualquier negociación.
El gobernador cerró las paritarias estatales y advirtió que «no hay más plata»
Tanto el Ministerio de Economía como el de Educación cerraron acuerdos paritarios con los trabajadores de salud y los docentes. Se trata de un aumento escalonado del 34% con un bono de $60.000 a pagarse en dos cuotas. «Estamos en una crisis, defendemos las mejores paritarias del país porque valoramos el esfuerzo pero no hay más plata», advirtió el gobernador Sáenz.