SALTA (Redacción) – Prácticamente hay un consenso que mañana se disputará una de las elecciones más importantes desde el retorno democrático. Son diferentes los actores, políticos y figuras públicas que advierten que hay muchas cosas que podrían cambiar. Antonio Marocco confirmó que efectivamente está en juego «la cuestión nacional» y lo referido al ser argentino.
«Más allá de las cuestiones partidarias, de estilo, domésticas y administrativas de la política local, se pone en juego algo mucho más importante: la cuestión nacional«. Con esto Marocco hace referencia a «la identidad argentina que tiene un origen revolucionario en el proceso de la independencia». Así también «el humanismo que lubrica nuestro tejido social, en el pacifismo frente a los conflictos bélicos, en la independencia económica y en la aspiración al bienestar progresivo de nuestro pueblo».
«La cuestión nacional no distingue entre matices de izquierda y derecha», remarcó el vicegobernador. «Se trata del lugar que nuestro país ocupa en el mundo globalizado», enfatizó Marocco. «Creo que el campo nacional y popular ha hecho un esfuerzo muy grande durante toda la campaña por advertir sobre lo perjudicial que resultaría para la sociedad terminar con la salud y la educación pública», resaltó.
«Las experiencias de ajuste, privatización y neoliberalismo no son nuevas en nuestro país», aclaró el presidente del Senado. » Muchas de las políticas nacionales de las que hablamos y que nos preocupan, en el peor de los casos, tienen vuelta: aunque cuesten tiempo, son reversibles. Es parte del acuerdo democrático», reflexionó Marocco al respecto.
Para el vicegobernador es vital defender los recursos básicos de la Nación
Por lo tanto, el vicegobernador remarcó que «el problema es otro: el problema de la cuestión nacional. Perder años de carrera y desarrollo frente a un mundo que se está reconfigurado para el próximo siglo». Frente a esto, Marocco se preguntó si seremos un país que dejará de lado su lucha indeclinable por Malvinas, la tradición pacifista en los conflictos globales y hasta dejar de lado la soberanía monetaria.
«El problema va más allá del impacto negativo que podrían llegar a tener entre los trabajadores y la clase media las políticas que proponen los iluminados, que gritan o balbucean frases polémicas en nombre del cambio. Hay políticas de las que se pueden volver, pero hay otras que no», advirtió Marocco al respecto. «Este domingo se juega la cuestión nacional para las próximas décadas. Para los que amamos la celeste y blanca, las opciones nunca estuvieron tan claras», finalizó.