SALTA (Redacción) – El anuncio de Javier Milei de paralizar la obra pública y que esta pasen a ser financiadas o realizadas por el sector privado generó gran repercusión. Frente a esto muchos políticos comienzan a tomar sus resguardos o a prepararse para lo que viene. Gustavo Carrizo aclaró que el costo de construir viviendas es muy elevado y que probablemente ningún privado invertiría en ese sector.
La última entrega que se realizó desde el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) fue en San Agustín y Metán. El objetivo central es aliviar la situación habitacional de la provincia y a lo largo de la gestión de Gustavo Sáenz se han construido muchas casas en diferentes partes de la provincia. Carrizo explicó como funciona el sistema y si lo que propone Milei será útil o no.
«Hay contratos vigentes que hay que cumplir y hasta el momento no se paró ninguna obra», afirmó por el momento Carrizo. «Hemos hablado con gente de la UOCRA que tiene 6 mil personas trabajando en la obra pública», contó. Y sólo por eso «es necesario que continúe esta inversión social que además genera puestos de trabajo», argumentó.
La importancia del Estado en la construcción de viviendas
Por su parte, remarcó la necesidad de que el Estado haga su aporte en la construcción de viviendas. «Hoy por hoy, con la cuota que pagan los beneficiarios no alcanza para mantener todo el sistema de construcción de viviendas, ya que la más cara que están pagando llega a los 47 mil pesos. Además, logramos disminuir la morosidad de los beneficiarios del 50 al 15 por ciento gracias a las últimas medidas que tomamos», precisó Carrizo.
Finalmente, detalló el costo actual para construir una vivienda en el país. «Construir una vivienda promedio cuesta 25 millones de pesos, más el terreno e infraestructura. Creo que ningún privado invertiría eso porque nunca lo recuperaría, por eso la única manera de crecer con estas políticas es de la mano del Gobierno», manifestó Carrizo.