SALTA (Redacción) – La Municipalidad de Salta comienza una nueva etapa con la llegada de Emiliano Durand al Ejecutivo. Es decir, la ciudad Capital de la provincia transitará un período distinto al que se vivió en estos cuatro años. El lunes asumió el nuevo intendente con fuertes críticas a la gestión de Bettina Romero, apuntó a las obras inconclusas e innecesarias que se realizaron. También pidió paciencia para ordenar las cuentas públicas y convocó a trabajar todos juntos para poner de pie a localidad.
La asunción se realizó en el Complejo Nicolás Vitale de barrio El Tribuno y el intendente fue contundente con el estado de situación del municipio. “El estado financiero es altamente preocupante”, reconoció Durand. Seguidamente aclaró que “no se trata de revanchismo pero hay que contar la herencia para endentar los desafíos. Se tomaron malas decisiones en materia económica y los recursos no fueron a parar a donde se los necesitaba”, aclaró.
Por eso mismo fue que “en mayo se votó un cambio de rumbo, hay que cambiar las prioridades y ser austeros. El estado financiero es altamente preocupante. Hay una de una de más de 5.000 millones de pesos. La mala administración costó 200 millones sólo en el pago de descubiertos en los últimos cinco meses”, reveló Durand con respecto a la gestión de Bettina Romero.
Cambiar las prioridades y avanzar con lo necesario
Frente a este panorama, el intendente aclaró que se cambiarán las prioridades en la gestión. Desde ahora el máximo objetivo será “resolver los problemas, sin distinción de residencia ni procedencia. Los convoco a poner a Salta de pie”, apeló Durand de manera general. “Las grandes cosas se logran en equipo. Desde hoy, la ciudad y la provincia vuelven a ser parte de un mismo proyecto”, enfatizó el jefe comunal.
Más allá de la consideración general de que la obra de la Plaza 9 de Julio no era necesaria, anticipó que pedirá que el trabajo sea entregado en condiciones. Así como este caso, “hay, al menos, 20 obras pagadas pero que no fueron terminadas”, remarcó. Asimismo, reconoció que el estado de las calles es calamitoso y es una de las “herencias más pesadas “que recibe como nuevo jefe comunal.
A modo de cierre, se comprometió a tener “metas claras” en su gestión y una mayor eficiencia de los recursos. Por lo tanto, se reducirá la estructura política y terminará con la burocracia ineficiente. “Nada se hará de espaldas a los vecinos y ellos definirán qué es importante”, aseguró el nuevo intendente salteño. Finalmente, anticipó que “vamos a dar marcha atrás con la recategorización de 95 barrios que sólo sirvió para perjudicar a vecinos que menos servicios tienen”, concluyó Durand.