SALTA (Redacción) – Bajo el argumento del diálogo y la necesidad de dar gobernabilidad, Pablo Outes anticipó su voto positivo de la Ley Ómnibus. Mucho se dudaba sobre qué harían los diputados que responden al gobernador Gustavo Sáenz. El silencio otorga y la verdad salió a la luz, eso sí anticipó que buscarán limitar las facultades legislativas y está a favor de privatizar empresas.
Mañana se llevará a cabo una sesión maratónica en la Cámara de Diputados donde el Gobierno espera la media sanción de la Ley Ómnibus. El único legislador que manifestó su rechazo total fue Emiliano Estrada ya que las tres bancas de Ahora Patria votarán a favor y los tres de Sáenz también. Entre ellos se encuentra Pablo Outes, quien aún no se había definido pero habían dado alguna que otra señal.
En diálogo con un medio colega, el diputado afirmó que «no queda otra que sentarse en una mesa de acuerdo y diálogo”. Como argumento, Outes aclaró que «hay que entender que se debe buscar que se interprete el federalismo y que a las provincias no nos vacíen de recursos«. Esto da lugar a la pregunta: ¿funcionó la extorsión y amenaza del presidente de dejar a las provincias sin plata?
A su vez, Outes se manifestó a favor de la privatización de algunas empresas. Sobre todo aquellas que se asientan en las zonas más ricas del país porque lo cubren con los recursos de todos. Entre ellas mencionó el caso de AySA, compañía hasta no hace poco gestionada por Malena Galmarini, la mujer de Sergio Massa. «Entendemos que hay empresas que son estratégicas y es un tema que hay que observarlo», sostuvo sobre otros casos.
Lo que hoy otorgas, mañana te lo pueden quitar
Hasta aquí el argumento parece ser racional y en defensa de la provincia, pero es darle un cheque en blanco al presidente. Sobre todo a un jefe de Estado que puso en duda muchas veces su creencia sobre el sistema democrático. Así y todo, Outes confirmó que votará las facultades extraordinarias pero «la reduciremos en el tiempo y en la amplitud de las mismas».
Al mismo tiempo, y a pesar de eso otorgará los votos necesarios, reconoció que «se practica un ajuste muy fuerte, se produjo un proceso de devaluación muy grande, se generaron nuevos tributos que van directo a las arcas nacionales y se desfinanció a las provincias». Salta es la segunda provincia más afectada junto a la de Buenos Aires. Para cerrar, sostuvo que «creo que al diálogo lo vamos a encontrar sobre la mesa».
