SALTA (Redacción) – Un día Alberto Castillo se levantó reconociendo que quería ser candidato y tomó la decisión de abandonar REMSA. A su vez, creo paralelamente el Frente Liberal Salteño para expresar su cercanía al presidente Javier Milei, pero sin desvincularse con Gustavo Sáenz. Eso sí, comienza a sumar algunas críticas y marcar diferencias en algunas cuestiones.
Más allá del boom minero que se estaba viviendo en la provincia, ahora comenzaron a aparecer algunos problemas puntuales. Frente a esto, Castillo advirtió que «si nosotros le aplicamos a las empresas mineras exploradoras una tasa del 226.000%, no queda ninguna en Salta», advirtió. Para Castillo es fundamental que se establezcan políticas fiscales claras y sostenidas.
Lo más alarmante de todo, según el expresidente de REMSA, es que 30 empresas exploradoras se fueron de la provincia en el último semestre. Muchas de estas se terminan instalando en Mendoza donde “hace tres años no tenían minería y ahora la mayoría de las empresas están yendo para allá”. Para Castillo, todo esto se trata de un problema estructural: «estamos matando la gallina de los huevos de oro. Son las exploradoras las que invierten en investigación, para que después vengan las grandes empresas y hagan los desarrollos».
Las críticas fueron más allá del Poder Ejecutivo y apuntó contra el Legislativo por su pasividad en general. «Ambas legislaturas no hacen un control, no trabajamos en una promoción», reprochó Castillo. «Los legisladores tienen que controlar las políticas públicas. Tienen que dar un llamado de atención: ‘Señor, estamos perdiendo competitividad«, sostuvo.
La receta libertaria
Por otro lado, más allá de la problemática minera, el candidato también habló sobre lo que esta ocurriendo con la paralización de obras públicas. Antes que nada, apuntó contra EDESA y pidió abrir la competencia permitiendo el ingreso de otras empresas. «Salta tiene la luz más cara del país», advirtió Alberto Castillo. Según su visión, el problema es el modelo monopólico que dificulta mejorar en precios y calidad.
Lo más loco de las propuestas realizadas es que Castillo también quiere que se privaticen las rutas provinciales. «Hay rutas provinciales que son utilizadas el 80% por el sector privado. Que lo sostenga el sector privado. ¿Por qué tiene que sostenerlo gente que no tiene ni siquiera vehículo?”, reprochó. Y agregó: “El 30% de los salteños tiene vehículo nada más».
Por último, indicó que la solución pasa concretamente por racionalizar el servicio y redefinir el rol del Estado. «Privaticemos esas rutas y direccionemos esos recursos a los pilares fundamentales que hacen al Estado, que son seguridad, salud y educación«, sintetizó.
