SALTA (Redacción) – El fin de semana pasado, Fernando Baez Sosa fue asesinado con los golpes de un grupo de rugbiers a la salida de un boliche de Villa Gesell. Ante lo sucedido, en la sociedad se generó una grieta, por un lado los que culpan al deporte por promover la violencia de estos diez jóvenes, y otros que consideran que la falta de valores no viene de ningún deporte, sino de la casa. En este contexto, Carlos Martearena, presidente de la Unión de Rugby de Salta, se expresó.
“Pronunciarnos en contra de todo lo que ha pasado. Lo que hicieron estos chicos es un crimen espantoso, aberrante y la verdad que estamos consternados y apoyando a la familia de Fernando”, dijo. Y refirió a la víctima como un chico bueno, que estaba de vacaciones, divirtiéndose con amigos, “y se cruzó con estos asesinos, violentos, se trenzaron a piñas, patadas y terminó con el fallecimiento de Fernando”, agregó.
Defendiendo el deporte al que representa, Martearena indicó que “el rugby es el mismo en todos lados. Los valores se inculcan y los entrenadores siempre inculcan el no a la violencia”. Asimismo destacó que se busca “el formar buenas personas antes que buenos deportistas”. Y desde su lugar, planteó que “como en todo sector de la sociedad hay gente que es violenta y evidentemente estos chicos algunos eran violentos”.
En el mismo sentido, comentó que los chicos que se inician en el rugby lo hacen desde muy chicos, y se les vienen inculcando ciertos valores. De la misma manera, al chico que es agresivo se le trata de bajar la agresividad, “ningún deporte promueve la violencia”, aseguró. Y planteó que el “rugby es un deporte de contacto, pero todos estos hechos hay que hacer un mea culpa, mirar hacia adentro y ver en qué vamos a trabajar”.
Para accionar frente a esta situación, el presidente de la URS afirmó que está en contacto permanente con sus pares de todas las provincias y de la UAR. En esta semana decidieron tomar medidas y van a realizar talleres en los que se va a trabajar sobre el tema alcohol y drogas. Y sobre este caso puntual, enfatizó que “son 10 chicos, de los cuales solo 4 están fichados en un club, de los otros no se sabe si juegan o no, pero así sea uno, hay que tomar medidas”.
