SOCIEDAD

Cuarentena: la necesidad de hacer cumplir las normas y evitar la posibilidad de abuso policial

Con la prórroga del aislamiento obligatorio, las fuerzas de seguridad enfrentan el inédito desafío de garantizar el orden social sin caer en métodos represivos y autoritarios

Detenidos - Imagen ilustrativa

SALTA (Redacción) – El gobernador de la Provincia, Gustavo Sáenz, informó en su última conferencia de prensa que ya suman más de 2.400 las personas demoradas en los operativos de seguridad de la Policía de Salta para garantizar el cumplimiento de la cuarentena por el coronavirus.

Salta es una de las provincias en los que más incumplimientos de aislamiento social, preventivo y obligatorio se ha detectado. Tanto el propio Sáenz como su ministro de Seguridad, Juan Manuel Pulleiro, advirtieron que “los controles seguirán siendo inflexibles”.

En las últimas horas, dos jóvenes fueron efectivamente detenidos por la Policía salteña al comprobarse que reincidieron en la violación de la cuarentena: uno de ellos oriundo de General Güemes y el otro de Embarcación. Además, fueron confiscados 134 vehículos, cuyos conductores no podían fundamentar la circulación en vía pública.

Prevención sí, abuso no

Desde la CORREPI (Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional), advirtieron que en los últimos días se multiplicaron las denuncias por excesos policiales en varias provincias del país, incluida Salta.

Miguel R. es uno de los jóvenes a los que le tocó vivir el exceso policial en carne propia. Tiene 29 años y vive en el barrio 17 de Octubre, en la zona norte. Es profesor de educación física, entrenador de fútbol de varios clubes del Anual y un practicante fiel evangélico. La policía lo arrancó de la puerta de su casa cuando volvía de comprar del almacén que tiene a la vuelta.

No le dieron oportunidad de explicar y demostrar que no se encontraba violando la cuarentena. Además de la impotencia que le generó el maltrato y la breve detención policial, luego tuvo que lidiar con el escrache público.

 “La Policía difundió imágenes en la que se me ve demorado y en la información decían que habían detenido a tantas personas que estaban violando la cuarentena. Después algunos medios tomaron esas imágenes y agregaron que estábamos tomando alcohol. La gente vio la noticia e inmediatamente empezó a agredirnos por las redes sociales”, le contó a SALTA4400.

Ejemplos como el de Miguel hay decenas en toda la Argentina: muchos de ellos están filmados. En Puerto Madryn, a una trabajadora de la salud la obligaron a desnudarse y hacer sentadillas. En Avellaneda, un policía golpeó a un niño de 12 años que iba al kiosco de la cuadra. En Córdoba, dispararon por la espalda a un joven que intentó atravesar un control sin la declaración jurada.

Al tomar estado público, los efectivos involucrados recibieron sanciones. No obstante, es probable que una importante cantidad de casos de abuso policial no sean denunciados, mucho menos registrados audiovisualmente.

No se trata de un fenómeno local. En España, por ejemplo, donde la cuarentena lleva más tiempo, los abusos policiales han generado un repudio generalizado y se registraron cientos de denuncias a través de las redes sociales, donde se popularizó la frase “Orden y cuidado sí; abuso y represión no”.

Con el arranque de la cuarentena y la salida a las calles por parte de la Policía, organizaciones de Derechos Humanos, constitucionalistas y fuerzas políticas de izquierda encendieron la voz de alarma.

“Venimos planteando que la salida no está llenando las calles de las policías y gendarmería. En una provincia donde el nivel de precarización laboral y la pobreza superan las medias nacionales, la salida no puede ser el abuso policial”, denunció a través de un comunicado el PTS y el Frente de Izquierda en Salta.

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