SALTA (Redacción) – Continúan los inconvenientes para los salteños que regresan desde otros distritos o países en medio de la pandemia. El pasado viernes, un contingente había sido demorado en Capital Federal porque los viajeros no poseían el permiso para circular. Sin embargo, en esta oportunidad trascendió un caso de extrema gravedad. Durante el fin de semana, un repatriado denunció discriminación y desidia en General Mosconi.
En declaraciones al portal La Cruda NN, Aníbal relató las dificultades que debió atravesar desde su llegada a la localidad donde reside. En primer lugar, comentó que justo se encontraba en Bolivia cuando se produjo el cierre de las fronteras. Desde ese momento, contó que vivió en la casa de un amigo. Sin embargo, valoró las gestiones que realizó el Consulado argentino para que los compatriotas pudieran regresar al país. Asimismo, ratificó: «Me quedé encerrado desde que dictaron la cuarentena en Bolivia. La cumplí como tenía que ser. No me podía exponer y ni exponer a nadie»
Sin embargo, Aníbal indicó que las irregularidades se iniciaron apenas llegó a General Mosconi. «En la ruta, el personal policial me pedía el número de teléfono de algún familiar para que me fueran a buscar. Si soy sospechoso y se tiene que activar el protocolo, ¿Cómo me pedís que llame a un familiar?. Ya no sería sería solo una persona a la que hay que aislar, serían dos», formuló. Posteriormente, señaló que lo llevaron en la caja de una camioneta había el domicilio que había registrado para atravesar el aislamiento.
Discriminación y desidia en General Mosconi
«Me llevaron hacia allí. Los efectivos policiales parece que estaban enojados con ese traslado, quizás tenían miedo y ni siquiera entraron», sostuvo el repatriado. A pesar de ello, aludió que solo pasó algunos pocos minutos en ese inmueble. «Ya esta listo para estar aislado y la nota que me hicieron empezó a generar comentarios y revuelo. La gente se enoja, aquel que le falta información critica. Ya entrada la noche, la Policía a buscarme», afirmó. Asimismo reportó que nuevamente se produjeron errores en su traslado: «No soy un experto en protocolo, pero puedo saber que si a una persona la vas a trasladar para hacerle estudios tenés que tomar los recaudos pertinentes. A mi me subieron otra vez a una camioneta con caja. No era una ambulancia».
De esta manera, Anibal mencionó que lo llevaron hacia el complejo municipal, donde se instalaron decenas de camas para albergar a contagiados de coronavirus. Ante ello, confesó que había dejado la vivienda donde pensaba atravesar la cuarentena porque creían que le iban a realizar estudios. No obstante, remarcó que su experiencia posterior fue aún más conflictiva: «Cuando llegué estaba el doctor, que me pidió mis datos y se fue. La verdad es que yo estoy bien, pero si este lugar es para recibir a la gente enferma, se termina de morir».
Según describió, el sitio «no cumple con ninguna de las condiciones de higiene, tiene todos los vidrios rotos». Incluso, advirtió que había visto «heces de paloma en las camas, y también de perros en el suelo». «No podés traer a una persona que tenga problemas de respiración a este lugar. Imposible», sentenció. «Me trajeron como si fuese un delincuente o un infectado, enojados conmigo por haber venido a Mosconi. Una persona me empezó a tratar con prepotencia y llamó a la Policía diciendo que yo me quería escapar. Quiero dejarlo bien claro: jamás me quise escapar. No merezco la falta de respeto por haber tenido la mala suerte de haber estado en otro país en el momento en el que pasó algo para lo que nadie estaba preparado», concluyó.