SALTA (Redacción) – La coordinadora de Políticas Sociales de la Gobernación, Cristina Gómez, criticó por Facebook a los repatriados que han expresado quejas por las condiciones en las que atraviesan el encierro preventivo. Sin embargo, las personas que se encuentran alojadas en el Hotel Victoria Plaza salieron al cruce de la funcionaria. De esta manera, los trabajadores golondrina denunciaron que sufren abandono durante la cuarentena obligatoria.
Al respecto, un joven de 36 años oriundo del Departamento San Martín, apuntó contra Gómez. En primer lugar, aclaró que el lugar donde las 84 personas permanecen alojadas no representa un problema. «Nos estamos quejando porque no vienen acá a hacer los controles«, enfatizó. En esa línea, reclamó que el Ministerio de Salud Pública le realice exámenes «a cada persona» que trascurre el aislamiento en el lugar. A pesar de que había formado parte de una delegación que arribó desde La Rioja, confirmó que también tuvieron «constante relación» con los repatriados que llegaron desde Río Negro.
En diálogo exclusivo con SALTA4400, el joven contó que no tuvieron contacto con ningún funcionario o especialista de Salud Pública. «Esa es la bronca. Desde que nos bajamos del control que está entrando a Salta hasta acá nadie nos controló nada. Ni se acercaron a ver si tenemos fiebre. Dieron un número de teléfono de abajo para que informemos si tenemos algún síntoma», describió. Incluso, relató: «Hace dos días que le mandé un mensaje, y ni siquiera lo vieron. Me canso de llamarlos, y no me dan respuestas, no me contestan. Nadie nos da pelota».
Encierro y comida
Después de que el colectivo llegara desde La Rioja, el repatriado comenzaron a padecer dificultades relacionadas con la alimentación y la higiene. «Los primeros días la Policía nos trajo la comida acá arriba. Después, pidieron que empecemos a buscarla comida. No nos permiten usar el ascensor, y en la escalera nos cruzamos con la persona infectada con coronavirus. Había tocado la baranda porque la escalera es empinada. No nos dieron alcohol, jabón, ni papel higiénico. Acá estamos a la buena de Dios», expuso.
En relación a la comida, mencionó que hasta hace algunos días «los cadetes subían a traernos los pedidos, no la Policía». Sin embargo, ratificó que posteriormente prohibieron que ordenaran delivery. Frente a esta situación, contó que una persona por habitación debe bajar para buscar el almuerzo y la cena con el barbijo puesto. Sin embargo, reconoció que continúan usan los tapabocas que trajeron desde La Rioja hace seis días. Además, reportó que deben pagar por su cuenta el resto de los alimentos que ingieren, incluyendo desayunos y meriendas.
«Nos tienen marginados, y lamentablemente no sabemos si estamos enfermos», admitió el trabajador golondrina. Frente a las críticas que recibieron por parte de Gómez, aseveró: «No estoy alborotando, si no pidiendo lo justo y necesario». Por eso, nuevamente reclamó que el Gobierno de Salta se encargue de realizarles los controles sanitarios. «Quiero vivir, nadie se quiere morir. Necesito que vengan y me hagan el test porque tuve en contacto con la persona infectada», reiteró. Finalmente, Moro repudió los dichos que había emitido el Gobernador Gustavo Sáenz contra el cuarto paciente con COVID-19 en al Provincia. «Delincuente no, porque no anduvo robando. Quiso volver a su casa, como todos queremos. Lastimosamente vino con la enfermedad», concluyó.