SALTA (Redacción) – Uno de los aspectos a los que más atención se le ha brindado desde el inicio del aislamiento social preventivo y obligatorio ha sido la salud mental de los salteños. En ese sentido, indicaron que las principales preocupaciones de la ciudadanía se modificaron a medida que trascurrían las semanas de encierro. Por este motivo, expusieron que últimamente aumentaron los pedidos de contención psicológica en Orán por el brote de coronavirus.
Este asunto formó parte de la exposición que realizó la responsable de la Secretaría de Salud Mental y Adicciones, Irma Silva. Precisamente, la dirigente concurrió a la Cámara de Senadores de la Provincia, donde participó de la reunión de la Comisión de Adicción, Tráfico y Consumo Ilícito de Drogas. Encabezada por el titular del cuerpo, Esteban D’Andrea, los presentes en el recinto aprovecharon la ocasión para evaluar al atención del Estado.
Salud mental
Durante su intervención, Silva describió de qué manera fueron evolucionando las preocupaciones que aquejaron a la población desde el pasado 20 de marzo. Durante las primera semanas de cuarentena, comentó que la línea del área atendió mayormente a personas que tenía miedo sobre el contexto. En ese orden, manifestó que resultaba común la falta de información sobre los peligros que implicaba la pandemia. Además, agregó que los ciudadanos también expresaban angustia ante la necesidad de salir de sus hogares.
Posteriormente, la funcionaria indicó que en la segunda fase los temores mutaron hacia el cansancio por el encierro y la falta de trabajo. De esta manera, recalcó que durante ese lapso comentó a evidenciarse la fatiga social en relación al régimen impuesto por el Ejecutivo nacional. Sin embargo, señaló que los reclamos telefónicos sufrieron un cambio drástico a partir del hallazgo de casos de COVID-19 en los municipios de Orán y Aguaray.
Frente a ello, Silva admitió que decenas personas han llamado para manifestar su angustia por el incremento de las infecciones en la zona. Asimismo, la especialista consignó que la pandemia también provocó que aumentara la ingesta de bebidas alcohólicas y la automedicación. Respecto a este último punto, remarcó que principalmente está relacionado a los trastornos en el sueño. Finalmente, advirtió que, en muchas ocasiones, los conflictos de convivencia de las parejas se transformaron en episodio de violencia de género.