SALTA (Redacción) – Desde que el presidente de la Nación Alberto Fernández anunció la expropiación de Vicentín, la decisión sumó voces a favor y otras en contra. En el día de ayer se pronunciaron Federsal y la Unión Industrial de Salta, a través de distintos comunicados rechazando la medida presidencial. En el día de hoy, la Federación Agraria de Salta y Jujuy apoyaron la iniciativa. “Hemos recuperado soberanía alimentaria”, señalaron.
Al referirse a la expropiación de la empresa de Vicentín, el titular de Federación Agraria Distrito 15 (Salta y Jujuy), Eliseo Rovetto, sostuvo estar “completamente de acuerdo” con la decisión que tomó el Alberto Fernández. En relación a ello señaló que “hemos recuperado soberanía alimentaria, que hasta el momento estaba en manos del extranjero”, describió. Rovetto además contó que esta tarde recién la Federación Agraria Argentina, se expedirá sobre la decisión.
Según consigna el DDN, Rovetto hizo hincapié en la necesidad de un Estado más presente, que pueda ejecutar regulaciones relacionadas a los precios. En esa línea es que ve con buenos ojos para los pequeños y medianos productores esta decisión. Y es que con esta decisión, señala el dirigente, volverán a tener el «tan ansiado precio de referencia». Por otro lado, señaló la importancia de que los gastos que implica el flete sean asumidos por el exportador, es decir el Estado, será muy positivo para su sector.
El dirigente agrario también señaló que la epropiación resulta una decisión estratégica dado que Vicentín no solo se dedica principalmente a la producción de granos y cereales sino que además realiza “toda la línea de productos, desde tomates, fideos, aceite, y hasta tienen frigoríficos». Rovetto señaló que la empresa santafesina es la segunda más grande del país en producción de alimentos por lo que estatización responde también a la idea de «soberanía alimentaria».
En cuanto a los que se oponen a la decisión de Casa Rosada, el dirigente de la Federación Agraria de Salta y de Jujuy, dijo que se debe a un interés patronal: “Entiendo que haya gente a la que le moleste que ahora también se pueda regularizar y registrar mucho más el trabajo de los peones desde el Estado”. Su postura claramente es un señalamiento para las condiciones paupérrimas y precarización laboral en la que los trabajadores son muchas veces contratados.