SALTA (Redacción) – A pesar de que el Ejército Nacional, la Gendarmería y la Policía Vial están controlando las fronteras de la Provincia con Bolivia, parece ser que no tienen buenos resultados. Ya que continúan ingresando ciudadanos del país vecino al nuestro. El cierre oficial del paso fronterizo por parte del Gobierno Nacional para evitar contagios de covid-19, no contempla los numerosos cruces ilegales. Estos senderos son aprovechados, tanto bolivianos como salteños, para hacer un negocio en plena pandemia.
«Ingreso y vivienda» por un gran monto de dólares
En este sentido, según informa FM Capital, hay varios ciudadanos argentinos que tienen «clientes» en Bolivia. Estos realizan una maniobra ilegal para permitir el ingreso de los extranjeros. Precisamente, indicaron que los llaman durante la madrugada con números de teléfonos del vecino país. Luego, les permiten ingresar en las viviendas de Salta en altas horas de la noche. Por último, al otro día los bolivianos salen por la puerta principal de los hogares como si de verdad vivieran en el lugar.
De esta forma, se estima que estos salteños, propietarios de viviendas que limitan con la frontera boliviana, reciben un generoso pago en dólares. El monto para realizar el «ingreso y hospedaje» podría rondar entre los 200 y 500 dólares. Esto se debería a que en algunos casos no solo entran a la Argentina de manera ilegal. Sino que también les dejan lugares de las casas como un depósito. Con el fin de acopiar mercadería, descargan todo ahí, finalmente, esperar el momento adecuado para cruzar por la quebrada hacía el territorio vecino.
El refuerzo de Nación que no alcanza
Por otra parte, sobre esta problemática que afrontan las fronteras, el medio citado dialogó con un comunicador de Salvador Mazza, Raúl Costes. Allí, relató: «El martes llegaron 100 efectivos del Ejercito Argentino en aviones, avionetas y helicópeteros. Los que llegaron en helicóptero, armaron campamento con mucho armamento y un control a unas 15 cuadras de la quebrada». «Y se despliegan en distintos puntos de la quebrada desde el martes», agregó.
Por último, describió la delicada situación del límite internacional con Bolivia: «Son 22 km en total. Hay 57 pasos no habilitados por el que ingresan las personas, de esos, son 10 los que están controlados». «El ejercito viene a ayudar en los 47 pasos restantes, pero no dan abasto», advirtió Costes sobre una ayuda del Gobierno Nacional que no alcanza. Cabe recordar que el Gobernador Gustavo Sáenz había celebrado este martes el apoyo. “Cuando está en riesgo la salud, no podemos dudar”, aseguró. Sin embargo, la frontera sigue abierta.