SOCIEDAD

El lado B de la pandemia: una familia es víctima del hostigamiento y del abandono del sistema sanitario y policial

Tras conocer que uno de sus hijos dio positivo para Coronavirus, sus vidas se convirtieron en un infierno.

SALTA (Redacción) – Por un lado,  las campañas de concientización y los discursos oficiales llevando calma a la comunidad y exponiendo las ventajas del sistema provincial para atajar la pandemia de Coronavirus. Si bien el hecho en sí mismo no es responsabilidad de un gobierno, si lo es la gestión de las circunstancias. Por otro,  el lado B de una pandemia que además de la vulnerabilidad humana, expuso las miserias más profundas.

En este marco, Salta 4400 investigó el caso de la Familia Vega. Una familia que vive horas y horas siendo hostigada por los vecinos. En diálogo con Salta 4400,  contaron que tras tener contacto cercano con un posible caso positivo de Coronavirus, sus vidas se tornaron en un delirio. Lejos de caer en buenas manos, el sistema no dio cuentas de un tratamiento integral.

“El 4 de julio va a un cumpleaños y le da positivo al cumpleañero. Luego,  le dio positivo un PCR a mi hijo. Lo internaron el domingo pasado y me hacen a mí el hisopado y me da negativo. Ami señora y a mi hija también les da negativo. A pesar de ello,  a mi hijo aun no le habían hecho y había que esperar más días para repetir en análisis”, recordó Juan.

Su hijo de cuatro años estuvo internado en el Hospital Materno Infantil,  siendo uno de los últimos casos que se conocieron en el transcurso de la semana. En la sala donde yo estuve internado estuvo el cumpleañero, quien lo contagia a mi hijo. Su padre me dijo que le dio negativo el hisopado nuevamente a su hijo y que le iban a hacer otro el lunes. Si daba negativo era como que el hisopado de mi hijo podría haber estado mal”, analizó Juan, padre de familia.

Tras ello, finalmente se conoció que el cumpleañero dio negativos dos veces por lo que pudo retornar a su casa. “Entonces pidieron que nuestra familia, que teníamos estudios negativos, que nos vayamos a casa, hasta el próximo hisopado”, explicó. Sin embargo, el regreso a casa no sería precisamente una bienvenida por parte de los vecinos, la policía y mucho menos por quien les alquilaba la casa.

Violencia vecinal

“Ahora tenemos un problema contra los vecinos. La ambulancia que nos trajo al domicilio, se retira y nosotros quedamos esperando la llave de nuestra casa que un pariente la tenía. A los cinco minutos llegó la policía diciendo que los vecinos nos habían denunciado que nos habíamos escapado del hospital, cosa que era incorrecto. Nos recordaron que teníamos que hacer la cuarentena en casa”, profundizó.

Vega detalló aquella situación que ojalá algún día logré olvidar. De repente el riesgo que podía correr la vida de sí mismo y su familia pasó a un segundo plano,  cuando se encontró con un panorama desolador y aún peor que el virus en sí mismos. “El oficial no entendió la situación. Aparece además una vecina, dueña de nuestra casa que le alquilamos y nos dijo que quería que nos vayamos de la casa. No sabíamos que hacer”, aseguró.

Finalmente,  lograron ingresar al hogar y pasar la noche. Pero el riesgo seguía latente y el hostigamiento también. “Al siguiente día llegaron insultos de otros vecinos. A mis hijos le gritan que son enfermos, que son virósicos, que son coronavirus y eso duele mucho. Tiene 4 años mi hijo. Yo hago lo posible para que ellos estén bien. Hasta el día de hoy, recibimos insultos de los vecinos. Salimos hasta la puerta sólo a recibir la mercadería que nos traen familiares, y es un maltrato constante de los vecinos”, denunció Juan.  

Otra vez las fuerzas de seguridad

En este marco,  la policía se encargó de dar la nota y no precisamente de manera ejemplar. Vega reveló que en un día recibió cinco veces a la policía a decirle que no pueden salir y que de hacerlo, serán multados. “La última vez que vino le dije que ya lo sabemos a todo eso, pero queremos que nos protejan de la malaria que nos hacen los vecinos. La señora de al lado de casa nos insulta constantemente y nos insultó delante de la policía y el oficial no les dijo nada”, agregó desesperado.

Considerando esta situación, Juan hizo público el pedido de un certificado. “Un certificado que diga negativo de mi hijo que es el que falta, porque no presentó ningún síntoma. Un certificado para que podamos mostrar y que vean los vecinos que no está infectado, que no es positivo. Queremos que le hagan el hisopado”, reiteró.

Vega quien es chofer de remis dijo estar imposibilitado de trabajar desde el día cuatro que procedieron a su aislamiento. “Nosotros estamos conformes con todo lo que hizo el hospital con nosotros.  Nosotros lo que sufrimos es el acoso e insultos de los vecinos. Mucho maltrato hacia nosotros, un golpe psicológico”, recalcó. Por ello, manifestó la necesidad de mejorar el trato.

“Y la policía debería tener información concreta, de las personas que están aisladas y que están cumpliendo con la cuarentena. No tienen esa información entonces no saben cómo actuar. Yo si me tengo que ir del barri , no tengo donde ir”, concluyó.

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