SOCIEDAD

Desde el Ministerio de Seguridad admitieron las debilidades de las fuerzas de seguridad en las fronteras

El ministro Juan Manuel Pulleiro reveló datos alarmantes acerca de la situación de los controles en las fronteras.

Tensión y controles en las fronteras - Crédito: Ministerio de Seguridad de la Provincia de Salta

SALTA (Redacción) – Las fronteras, volvieron a ser tema de debate tras un letargo tan histórico como su existencia. La cantidad de pasos ilegales existentes entre Argentina y el país vecino Bolivia se han tornado en un dolor de cabeza para las autoridades y la comunidad misma. Esto emergió el marco de la pandemia y el riesgo siempre latente por los contagios de Coronavirus.

 El foco por estos días está puesto en Salvador Mazza y Aguas Blancas. Los mismos están establecidos como los lugares más complicados al momento de referirnos a la vulnerabilidad de los límites geográficos. De hecho, desde que toda la polémica comenzó, las declaraciones daban cuenta de más de 50 pasos ilegales; una cifra insostenible a pesar de contar con la disposición de la Policía de Salta, el Ejército Nacional y oficiales de la Gendarmería.

Ahora, desde el Ministerio de Seguridad informaron que el personal no alcanzan para cubrir una extensa frontera con cientos de pasos ilegales.El ministro de Seguridad, Juan Manuel Pulleiro, aseguró que las fuerzas son escasas y que por ello el Gobernador pidió ayuda a la Nación. Cabe recordar que en los actos aniversario por el Gral. Güemes, Sáenz pidió públicamente al Presidente de la Nación la colaboración del Ejército Nacional para poder avanzar en términos de controles y evitar contagios en el marco de la pandemia.

No se puede tapar el Sol con un dedo

Si bien aclaró que los controles dependen de las fuerzas nacionales, desde el Ministerio están colaborando con cuadrillas desplegadas en las fronteras. Sin embargo, sostuvo que cuando se refuerza una zona, la gente pasa por otra. Por ejemplo, dijo que Salvador Mazza tiene actualmente 260 gendarmes y 80 policías custodiando más de 70 kilómetros de frontera seca.

A pesar de ello, ahora los pasos ilegales se trasladaron a Aguas Blancas en donde el río que tenía mucho caudal en marzo, en esta época está casi seco y los bolivianos pasan caminando. Pulleiro manifestó que el problema principal es que las personas en la frontera tienen doble ciudadanía, por lo tanto una vez que pasaron, por más que los controlen, ya es tarde porque no hay manera de deportarlos.

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