SALTA (Redacción) – La cultura mantiene diálogos constantes por estos días con las autoridades. De ahí a que realmente estos sean efectivos, es otro tema. Por un lado, los artistas no se sienten contenidos ni asistidos en el marco de una pandemia que igualó a todos desde la mayor vulnerabilidad. Si bien se conoció que aprobaron el protocolo para que los artistas puedan realizar espectáculos en vivo en los locales gastronómicos, pasó lo que se esperaba. No hay quórum de los dueños de los locales.
Como contamos previamente, quedó aprobado el «Protocolo para el desempeño de actividades artísticas, animación de eventos, espectáculos en peñas, restaurantes afines y su personal técnico». La resolución emitida por el Ministerio de Educación y Cultura de Salta, no fue tan compensatoria como piensan las autoridades. Solo basta con atar cabos para darse cuenta que una cosa lleva a la otra.
Mediante este protocolo, los espacios gastronómicos que cumplan con los protocolos y las medidas de prevención dispuestas por el COE, podrán contar con la participación de bailarines, músicos cantantes, animadores, acróbatas, magos, DJ, payasos, entre otros artistas. Pero, a tan sólo horas de salir a la luz, ya hay piedras en el camino. Los gastronómicos aseguran que no todos podrán enfrentar el costo que esto les generará.
No hay con que ni en que
Al respecto, Tupac Puggioni, referente del sector, manifestó que muchos dudan de incorporarlos por la caída del consumo. El mismo recordó que ofrecer un espectáculo es un gasto más porque tienen que alquilar sonido y pagar músicos. En esta línea, aseguró que no facturan hace cinco meses y pagar sonido y músicos, es un gasto que no pueden afrontar.
Puggioni reveló que hay bandas que cobran 10 mil pesos, aunque aclaró que el monto depende de la fama de los artistas. Asimismo, admitió que no cuentan con este dinero actualmente porque no tienen ventas ni reservas. Remarcó que vienen en crisis desde el inicio de la cuarentena, la mayoría no factura y otros directamente cerraron. “Los artistas debieran bajar las pretensiones y bancar a los locales que les dimos la posibilidad de cantar y a algunos de hacerse famosos”, sentenció.
Puggioni finalizó comentando que antes de que la crisis explotara ante la cara de toda la comunidad, los locales facturaban 100 mil pesos y ahora apenas llegan a 10 mil. Con estas cifras asfixiando los balances mensuales, consideró no les alcanza para reponer mercadería, pagar empleados y mucho menos pagar boletas de luz de más de 60 mil.