SALTA (Redacción) – Las fronteras son parte de nuestra historia. La delimitación entre un país y otro suele estar determinada en un mapa. Sin embargo, de la teoría a la praxis hay un largo trecho. La geografía no se define sólo por los trazados de un lápiz sobre un papel. En la práctica, las fronteras no son un límite, sino tan sólo un obstáculo al que muchos vulneran sin más.
Desde que la pandemia se volvió noticia, las autoridades decidieron tomar cartas en el asunto sin tener en cuenta que en materia de cambios culturales y estructurales las cosas no se debaten de la noche a la mañana. A pesar de los esfuerzos por controlar las fronteras para evitar el paso ilegal de los hermanos bolivianos, las fuerzas de seguridad no dan abasto. Esto no es un decir, sino más bien una afirmación del mismísimo Ministro de Seguridad de la Provincia de Salta, Juan Manuel Pulleiro.
El mismo explicó desde el Ministerio están colaborando con cuadrillas desplegadas en las fronteras. Sin embargo, sostuvo que cuando se refuerza una zona, la gente pasa por otra. Por ejemplo, dijo que Salvador Mazza tiene actualmente 260 gendarmes y 80 policías custodiando más de 70 kilómetros de frontera seca, lo que ahora parece quedarles bastante grande.
La impunidad le ganó a la ley
A pesar de ello, ahora los pasos ilegales se trasladaron a Aguas Blancas en donde el río que tenía mucho caudal en marzo, en esta época está casi seco y los bolivianos pasan caminando. Pulleiro manifestó que el problema principal es que las personas en la frontera tienen doble ciudadanía, por lo tanto una vez que pasaron, por más que los controlen, ya es tarde porque no hay manera de deportarlos.
A su vez, el gobernador Gustavo Sáenz logró reunirse con el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, en miras a insistir respecto a la colaboración para proteger el Norte del país como antaño lo hicieron grandes próceres que se jugaron la vida por defender su territorio. Mientras las gestiones avanzan, la realidad da cuenta de la impunidad y la liviandad con la que los ciudadanos deciden sobrellevar los contagios de Coronavirus.
Según informa Revista Actualidad, vecinos de Salvador Mazza lograron filmar, uno de los momentos en el que pobladores fronterizos h acen caso omiso a las normativas vigentes por la pandemia. Según relata, se trata de un panorama de todos los días que indigna y a la vez se naturaliza. De hecho, las reacciones de los usuarios dan cuenta de posturas encontradas. Mientras que algunos repudian la intención de quienes se animan a pasar ilegalmente, otros apelan a la comprensión y solidaridad para con ellos.
