SALTA (Redacción) – En la última jornada, la Provincia de Salta superó los 3.300 casos de COVID-19 en total. Y ante el avance de la pandemia, también se incrementan también las denuncias por las respuestas, o la falta de ellas, por parte del sistema de salud en Salta. En este sentido, se conoció una grave denuncia por un caso sospechoso de coronavirus. Recién luego de 10 días internaron a una señora que padecía síntomas de la enfermedad respiratoria. «Hartas de que nos digan que está todo bien en la provincia cuando la verdad no es así», describió la hija.
Como bien indica el DDN, se conoció la situación dramática que atravesó una joven con su madre. Ya que recién tras 10 días pudo lograr que el personal de salud interne a la señora de 58 años, quien presentaba varios síntomas compatibles con el COVID-19. De esta manera, Karen Medrano es uno de los varios ejemplos de las tantas situaciones sanitarias que se hacen públicas. Ante el episodio que vivió, la joven solicitó que haya más información sobre cómo actuar ante un caso sospechoso.
Sobre los días sin respuestas, relató que el cuadro médico de la madre empezó con fiebre y dolor de cuerpo. Y en ese momento, la familia se comunicó a los números recomendados por las autoridades del Gobierno e incluso contó que se descargaron la aplicación oficial «Salta Covid«. Sin embargo, el la primera comunicación le consultaron qué medicamento se estaba suministrando a la mujer, allí informaron que tomaba paracetamol y nunca más la volvieron a llamar.
«Hartas de que nos digan que está todo bien»
Luego, los síntomas se agravaron con un fuerte dolor de cabeza, tos y dificultades respiratorias. Todo ese cuadro mientras permanecía asilada en su misma casa, pero en una habitación para ella sola y con baño privado. Por su parte, el marido sufre de diabetes y asma, por lo que integra el grupo de riesgo. Al informar estos nuevos síntomas, la familia recibió la comunicación de una doctora, quien le indicó que seguramente se trataba de una infección. Allí le aseguró que no había necesidad de activar el protocolo por COVID.
Entre más llamados y consultas, trascurrieron varios días, le sugerían trasladarse a distintos hospitales. Hasta le recomendaron dirigirse al materno infantil. Luego de que varias clínicas privadas le dijeran que no hay cama disponible, finalmente pudo ser internada este martes para que le practiquen un hisopado por ser un caso sospechoso de coronavirus. “Fue realmente muy cansador andar de un lugar a otro. Expuestas y hartas de que nos digan que está todo bien en la provincia cuando la verdad no es así. 10 días tuve que esperar para que recién la atiendan a mi mamá con los riesgos que eso implica”, reclamó la joven.