SOCIEDAD

La esposa del periodista Eduardo Chañe asegura que“lo dejaron tirado en la guardia del IMAC»

Tras el fallecimiento del reconocido y querido profesional, sale a la luz la verdad de la atención que lo llevó al peor de los finales.

Eduardo Chañe - Periodista y profesor

SALTA (Redacción) – El periodismo salteño está de luto por dos grandes pérdidas, tales como las de Pablo Pandolfi y Eduardo Chañe. Sin embargo, este último es hoy protagonista de una historia que expone las irregularidades, destrato y abandono por parte del sistema de salud ante los pacientes positivos para Coronavirus en Salta. Es el caso de la clínica IMAC, hoy en el ojo de la tormenta.

En diálogo con Salta 4400, Adriana de Chañe, esposa del colega Eduardo Chañe, quien falleció por Covid-19 hace un día, relató los tristes y repudiables hechos. “En el IMAC no lo atendieron, lo dejaron tirado en la guardia. De acá de mi casa se lo llevo el SAMEC para el IMAC. Entonces llamé y pregunté por el medico Figueroa o Quiroga ahora no me acuerdo el apellido. Llamé, me dijo que estaba bien, que lo estaban atendiendo, que si estaba complicado pero que lo estaban atendiendo”, relató.

Sin embargo, con el pasar de las horas, la situación se tornó oscura en lo que parecía ser una ficción sino la más dura y cruda realidad.  “A las 20:30 llamo al IMAC y me dicen que ya no estaba, que se lo habían llevado. Comencé a rastrearlo y lo encontré en el san Bernardo, en estado crítico, en el sector de covid-19. No me dieron más información hasta las 23 horas”, manifestó su esposa.

La crónica de los hechos

Si bien su mujer atraviesa duras horas, contó que todo comenzó el jueves cuando se lo llevaron a las 20 horas al San Bernardo. Allí lo recibe una doctora y le explica que  el cuadro era malo y que tenían que atenderlo, que por favor espere el parte del otro día. “El viernes a la mañana la doctora del San Bernardo me dice que necesitaba una cama urgente que el tiempo que había perdido en el IMAC había sido de vital importancia”, contó.

Los médicos le señalaron que necesitaban una cama en terapia y que no tenían. Por ello, su esposa decidió llamar, pedir ayuda y agotar recursos. “Les supliqué, les daba las escrituras de mi casa, las llave del auto, que si necesitaban plata para que lo atiendan les iba a dar palta de donde sea, la que tenía y la que no tenía y me dijeron que no, que no había camas, que el sistema estaba saturado”, advirtió.

Tras ello, la desesperación y justa aflicción llevó a que golpeará cada puerta en su camino para dar con alguien que pudiese responder en auxilio a esta grave situación de Chañe. “Empecé a golpear las puertas de la secretaria de deportes, me atendieron cerca de la una y ahí estuvo con respirador. Lamentablemente el sábado lo tuvieron que intubar porque no estaba respondiendo”, recordó.

La negligencia del sistema

Sumado a ello, fu el viernes a la noche cuando el médico le escribió desligándose de la situación de salud de su esposo. “Me empieza a mandar un audio que circula y  me reta a mi porque yo no le di plata y el celular y después me dice que no lo han atendido. En un mensaje de texto me dice que lo hicieron orinarse encima para que no use el baño en el IMAC, que cuando lo trasladan lo hicieron salir caminando para que no use la silla de ruedas en el IMAC; que él pidió que me llamaran y le dijeron que no, que no quisieron darle un teléfono porque él era Covid-19 positivo”, profundizó.

Con el dolor en su pecho, Adriana subrayó que “lo tuvieron ahí esperando, lo dejaron morirse. Nadie se hizo cargo y me mintieron, me mintieron porque me decían que estaba atendido”, disparó. De hecho, aseveró que no lo medicaron y que sólo le pusieron una vía.

Consultada al respecto de iniciar alguna demanda, la misma expresó: “¿Qué voy a ganar? ¿Decime que voy a ganar? No me van a devolver la vida de él. No me van a devolver la vida de él. A mí me dejaron vacía, a mis hijas le destruyeron el alma. Voy a ir para que me den explicaciones, pero decime ¿qué voy a ganar? En una justicia que no hace nada”.

Asimismo, aclaró que sus intenciones  hoy se enfocan en que todo el mundo sepa lo que hizo el IMAC y que respondan después de tantos años de aportes que el hizo no fueron capaz, a la señora Norma, de ofrecer que lo subiéramos a un avión y busquemos cama. “Él no se quiso contagiar, él no se contagió por ir a un baile, no. Él quiso salvar a sus padres y trajo a su hermana a casa, no fue adrede. No lo buscó», aseguró.

A pesar de los hechos y la clara responsabilidad que le corresponde al sistema de salud y político en estos casos, Adriana todavía se hace preguntas que no encuentran respuestas, ataja finales para un escenario devastador que hoy opaca todo tipo de esfuerzo por hacer justicia o salir adelante con la tormenta a cuestas. Del otro lado de la vereda, la negligencia y la inoperancia a la orden del día. «El ama sus hijas más que nada en el mundo. Antes de irse me dijo no me dejes ir porque me voy a morir. ¿Y yo me pregunto por qué no hice más?”, concluyó desesperada.

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