SALTA (Redacción) – Debido a la pandemia, muchas de las actividades religiosas en todo el territorio Nacional quedaron restringidas. Tras largas idas y vueltas entre la iglesia, referentes de la política y la comunidad, la ceremonia religiosa por el Señor y la Virgen del Milagro se realizará de manera virtual. Un Milagro 2.0 que no contará con las vívidas y emocionantes tradiciones, pero que replicará en el calor y la fe de cada hogar a lo largo y ancho de país.
De esta manera, cada persona podrá ser partícipe y renovar el pacto de fidelidad con los santos patronos apelando a la oración y la fe, prescindiendo esta vez de las historias de los peregrinos, los gestos multitudinarios y la trascendental procesión que esta vez no tendrá lugar. La situación obliga; la emergencia sanitaria nos exige ser responsables y hacer de la solidaridad la mayor muestra fe en el presente.
Un recorrido por la ciudad
Sin embargo, celebrar el Milagro desde casa no implica no recordar a los peregrinos, revivir momentos reveladores o bien, hacer un paseo virtual por nuestra ciudad. De hecho, el equipo de Salta 4400 realizó un recorrido por el casco céntrico de Salta y las postales dejan claro que el escenario dio un giro 360. Si alguna vez asociamos a esta fecha con grandes multitudes, cánticos por diferentes rincones y sentidos rezos en las inmediaciones a la Catedral de Salta, esto cambió en el marco de un septiembre solitario.
Como puede verse en las imágenes y los videos, las calles Mitre, España, Zuviría y Caseros se encuentran valladas delimitando el punto más neurálgico de nuestra ciudad y donde normalmente, acostumbrábamos celebrar el Milagro. Entre el desazón y la soledad, las postales advierten reducido, casi nulo, movimiento de personas y sólo la presencia de algunos trabajadores de las fuerzas de seguridad.
La Catedral totalmente vallada, ratifica que este 15 de septiembre no habrá ceremonia alguna. Las principales arterias son el espejo del impacto de la pandemia en el marco de una provincia que le da pelea a la crisis sanitaria. Algunos árboles retienen carteles o pañuelos con pedidos de los fieles hacia los santos patronos que hoy nos invitan a salir al encuentro sin perder la razón y apoyándonos en el corazón.