SALTA (Redacción) – En consonancia con lo sucedido, Salta 4400 dialogó con María, vecina del Barrio San Calixto, una de las voces que de manera reiterada se vienen expresando en torno a la problemática que genera el asentamiento en la zona sur de la ciudad. En esta oportunidad, la misma denuncia que sufrió violencia física y amenazas por una persona del asentamiento en cuestión.
En el marco de una marcha, aseguró que viven con amenazas que provienen de los asentamientos. “Nuestros hijos ya están privados de ir a la plaza. El día sábado, estaba el profesor de fútbol y se realizó una reunión de papas. Nos convocaron a los papas y nos dirigimos ahí. Cuando nos dirigimos me doy con la novedad de que estaban las personas que están asentadas”, recordó.
Así en un intercambio de posturas, María manifestó que estos espacios verdes están siendo ocupados. “En ningún momento se le dijo que no vengan los chicos de los asentamiento. Esa persona lo tomo mal, el profe se retira, como no hay acuerdo me retiro, y se fue el profesor nos dejó a nosotros”, lamentó. Tras ello, María asegura que dejó jugar a su hijo luego de que el mismo se lo pidiera.
“Entre eso que me di vuelta a decirle que si a mi hijo, esta persona le propinaba puños, le pegaba piñas a la señora Andrea, a la mujer de Carlos Arias”, subrayó. A su vez, insistió en que “la persona del asentamiento no venía sola, venía con uno más, más unos menores”. En esta línea, manifestó que la persona del asentamiento la amenazó diciendo: “Yo conozco donde vivís, te voy a caer en cualquier momento”.
Con denuncias y sin respuestas
De esta manera, María aclaró que hizo la denuncia por amenaza de muerte. “Hasta el día de hoy el fiscal nunca me llamó luego del 30 de enero”, señaló. “Nos recomendaron hacer la denuncia, fuimos y realizamos la denuncia y a mí me dieron un papel porque yo tenía un golpe en la parte de todo el cuello; donde ella me golpeo tenia rojo. Me dijeron que vaya a que me revise el médico”, agregó.
Sin embargo, no terminó ahí. Luego de realizar la denuncia, María recibió la noticia de que “se estaban juntando de nuevo con palos”. “Estaba en la comisaría y le digo están yendo a mi casa a tirarme piedras con palos, se están dirigiendo, por favor manden un móvil. Ellos me dijeron no porque no podemos hacer nada nosotros. Espere que la fiscalía le diga, en todo caso si van a golpearla llame al 911”, aseveró.
Piden celeridad de la Fiscalía N° 3
Así sin respuestas, pedidos insistentes y demoras, María aclaró que le dijeron que debía esperar la orden de alejamiento por parte del fiscal. “Tengo que tener custodia o algo que este al lado de nosotros porque estoy amenazada de muerte. La policía me dice nosotros no podemos hacer más que el fiscal interceda”, lamentó.
Consultada al respecto de si se presentó en el Juzgado de la Fiscalía, aseguró que no pudo asistir ya que “tiene cuatro menores” y no tiene quien los cuide. “¿Si me voy de mi lugar y ella viene a golpearme? Me dijeron no te hagas problema de fiscalía te van a llamar y me voy ahora a realizar una ampliación de denuncia. Voy con todos los datos de esta mujer y lo que quiero es solicitarle a la fiscal que los desalojen porque ya es vivir con miedo, no se puede ir a la plaza”, advirtió.
Con todos los vecinos de acuerdo y una fiscalía que peca de más silencio y ausencia que de acción, los vecinos siguen luego de largos meses a la espera de soluciones que garanticen normas de convivencia, respuestas al déficit habitacional y al menos, seguridad para quienes viven dignamente allí.