SALTA (Redacción) El fin de semana se produjo una crecida del Río Bermejo, que determinó que varias comunidades originarias queden una vez más aisladas, incomunicadas por la interrupción de los camino. A través de relevamientos realizados estos días, la fuerza de seguridad aclaró que está todo controlado por el momento. Es la película de terror de todos los años, donde el gobierno de la provincia tiene que estar “al pie” para socorrer a los hermanos norteños, en época estival.
Desde el Ministerio de Desarrollo Social, en coordinación con Logística de Aviación Civil, se informó que ya pudieron entregar 600 módulos alimenticios de emergencia para los parajes que quedaron aislados este fin de semana por el desborde del río Bermejo. Se trata de comunidades situadas en Rivadavia Banda Sur y Rivadavia Banda Norte, entre las damnificadas se encuentran El Zaece, La Salvación, Las Palomas, El Colgado, El Talar, La Esperanza, Media Luna y Destierro.
Debido al crecimiento del río Bermejo, el gobierno junto al municipio, realizaron esta entrega vía aérea. Estos 600 módulos alimenticios fueron destinados para las familias que quedaron varadas, ya que los caminos permanecen intransitables. Mientras se realizaban las tareas de asistencia aérea, por tierra brindaron de igual manera módulos focalizados para las comunidades de San Felipe, El Breal, El Cocal, Horcadita, La Llave, El Toldillo Misión Wichi, La Balanza, Pozo Saladi, Ruta 13, El Chañaral y Teuquito, Asunción, Mussa Progresio, Matadero, La Purísima, Ñanduty, y Sol Naciente, todas localizadas en Rivadavia Banda Sur.
Cabe destacar que las personas que pueden acceder al módulo focalizado, son familias originarias con niños de hasta 7 años, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas discapacitadas sin límite de edad, ya que esencialmente van dirigidos a los departamentos declarados en Emergencia Sanitaria. Las tareas de asistencia se están llevando a cabo desde ayer, pero seguirán durante toda la semana. En Gral. Mosconi se dispuso la ayuda a diversas familias afectadas por las fuertes lluvias, mientras evalúan la situación en Tartagal.
Agentes de Asistencia Crítica, en conjunto con el municipio de Isla de Cañas, trabajarán en la contención de 20 familias más, por otro lado, se prevé la ayuda a parajes de Aguaray, aislados por la crecida del río Itaú. Se trata de unas 27 familias en Campo Largo y 50 en Macueta.
Alud en Tartagal
Estas situaciones, después del accidente catastrófico ocurrido en el 2009, han tomado mayor importancia y el gobierno provincial desde ese entonces, se ocupa con mayor cautela cuando se trata de las crecidas de los ríos en el norte.
Cabe recordar que en Tartagal, un alud de barro, agua y troncos arrasó un 9 de febrero del 2009, numerosos barrios de la ciudad, por lo que centenares de personas debieron ser evacuadas. El fenómeno se produjo como consecuencia de la crecida del río que atraviesa esa ciudad del norte salteño. El barro llegó a una altura superior a un metro en algunos sectores céntricos, y anoche aún eran buscadas dos mujeres mayores. Funcionarios nacionales afirmaron que hubo víctimas mortales. El Gobierno nacional dispuso el viaje a la zona de una delegación de importantes funcionarios, encabezados por el ministro del Interior de ese entonces, Florencio Randazzo, y envió ayuda material para los perjudicados. En esta oportunidad hubo muertes que lamentar.