SOCIEDAD

Greenpeace lanzó fuertes acusaciones contra Gustavo Sáenz

El mandatario de la provincia fue acusado por autorizar un desarrollo inmobiliario que dañaría gravemente al ecosistema de las Yungas.

Gustavo Sáenz

(Por Diego Nofal) Ahora más que nunca el mundo necesita de nosotros. A diario se ven noticias muy preocupantes sobre el estado del medioambiente y las provincias del norte argentino, eso genera gran preocupación en Greenpeace. Por eso, la organización denunció al gobierno de Gustavo Sáenz y lo acusó de ser cómplice de no preservar el ecosistema tras la aprobación del proyecto urbanístico Los Maitines S.A., de la familia Patrón Costas.

Una vez que se supo que la construcción afectará 125 hectáreas de Selva de Yungas en la localidad de San Lorenzo, la coordinadora de Greenpeace en Salta, Noemí Cruz no dudó en salir a cuestionar la decisión de Sáenz y lo acusó de no hacer nada para cuidar el medioambiente. “Este desarrollo urbanístico implica el desmonte de un ecosistema frágil y único como la Selva de Yungas, que concentra la mitad de la biodiversidad de Argentina”, dijo Cruz.  

“Además viola la Ley Nacional de Bosques, que en su artículo 4 define como desmonte al desarrollo de áreas urbanizadas sobre bosques nativos, y por ende no pueden autorizarse en esa zona protegida. Al autorizar este proyecto, el gobierno de Gustavo Sáenz es cómplice de la violación de la normativa para cometer un verdadero crimen ambiental”, advirtió la representante de Greenpeace.

Por otra parte, se pudo saber que el desarrollo del country Los Maitines tuvo un masivo repudio por parte de los vecinos, organizaciones sociales y por el Greenpeace, que decidió enviar una carta al gobernador de Salta, Gustavo Sáenz y le cuestionó el desmonte que implicaría la construcción de este nuevo espacio. La misiva además le solicitaba a Sáenz que declarase la Emergencia Forestal.

“La actual crisis sanitaria, climática y de biodiversidad nos obliga a actuar en consecuencia. Más deforestación significa más cambio climático,más inundaciones, más desalojos de comunidades campesinas e indígenas, más desaparición de especies en peligro de extinción y más enfermedades. Destruir bosques es un crimen que debe prohibirse y penalizarse”, expresó la coordinadora de Greenpeace.

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