SALTA (Redacción) – Continúa el juicio por el crimen de Jimena Salas, que ocurrió en enero de 2017, y durante la audiencia del viernes declararon dos peritos del CIF y la psicóloga que realizó la autopsia psicológica de la víctima. Además, brindó su testimonio una mujer que era amante de uno de los imputados. Por su parte, un oficial de la Policía detalló el análisis de comunicaciones de los acusados. Y sobre el funcionamiento de la alarma de la vivienda de la joven asesinada.
En la quinta jornada del juicio, los magistrados que integran el Tribunal de la Sala VII de Juicio, escucharon a los dos peritos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales. Y también la psicóloga que realizó una autopsia psicológica de Jimena Salas tras entrevistas con personas que integraban su círculo más próximo. «Luego de desandar parte de su biografía, describió a la víctima como una mujer simpática, alegre, despreocupada de aspectos formales. Activa usuaria de las redes sociales», detalló el Poder Judicial.
«Podía dar a conocer sus ideas sin llegar al enfrentamiento»
Del mismo modo, la profesional señaló sobre la víctima: «En su vida, la figura materna había sido rígida, mientras que la paterna estuvo ausente. Salas había asumido la dependencia económica para dedicarse al cuidado de sus hijas. No tenía perfil de víctima provocadora y podía dar a conocer sus ideas sin llegar al enfrentamiento». Cabe recordar que el viudo de la víctima, Nicolás Federico Cajal Gauffín, está siendo juzgado por «encubrimiento agravado».
Por su parte, Sergio Vargas, esta implicado en calidad de partícipe secundario de «homicidio triplemente calificado por ser cometido con alevosía y ensañamiento y por precio o promesa remuneratoria». Sobre este hombre, durante la jornada declaró la mujer con quien admitió haber tenido una relación extramatrimonial, cuando declaró el primer día del juicio. Según señaló la testigo, se veían esporádicamente y que se comunicaban por whatsapp y por llamadas telefónicas. Aseguró que era una relación sin compromiso y que tenían encuentros esporádicos.
Comunicaciones de los implicados
«La más extensa fue la exposición de un oficial de la Policía de la Provincia que tomó intervención en la investigación seis meses después del crimen. Este testigo se encargó del análisis de telecomunicaciones y del funcionamiento de la alarma de la vivienda de la víctima. En la audiencia apuntó, entre varios puntos, que el imputado Vargas, pese a sostener que no tenía teléfono, al momento del hecho usaba cuatro líneas telefónicas.
Mientras que sobre Cajal Gauffín expuso las comunicaciones que mantuvo minutos antes de llegar a su domicilio y encontrar a su mujer sin vida. Así como las que estableció con posterioridad. En cuanto a la alarma de la vivienda explicó que quedó determinado que la misma dejó de funcionar el día 26 de enero de 2017 por la tarde sin motivo aparente, es decir, un día antes del crimen. Y que se restableció de la misma forma el día 30 de enero.
En cuanto a los desplazamientos de Vargas detectados a través del impacto de sus líneas telefónicas en antenas de la ciudad, se obtuvo que el acusado se movía primordialmente el la zona sudeste, donde está su domicilio. Según el perito, el dato no se condice con la actividad de un vendedor ambulante que decía desarrollar Vargas.
Sobre Cajal señaló que no se lograron recuperar archivos eliminados y otros datos relevantes de su teléfono por no haberse realizado una pericia completa en un primer momento. El perito manifestó el imputado tuvo conductas omisivas con relación al detalle de la alarma, a comunicaciones telefónicas realizadas el día del hecho y a la posible existencia de dinero en efectivo en su domicilio. Señaló que a raíz de esto los investigadores trabajaron con una premisa falsa.
