SALTA (Redacción) – Este lunes se desarrolló la sexta jornada del juicio por el crimen de Jimena Salas que se sigue contra Sergio Vargas y Nicolás Cajal Gauffín. Durante la audiencia, dos mujeres atestiguaron que el hombre con un perro caniche gris llegó a una casa que cuidaban con la excusa de buscar a sus dueños. También dieron su testimonio un perito del CIF del área de Informática y un efectivo policial de la Unidad Especial de Investigaciones del Ministerio Público.
Cabe recordar que Cajal Gauffin y Vargas están imputados por el crimen sucedido el 27 de enero de 2017, cuando se encontró el cuerpo sin vida de Jimena Salas en su vivienda de Vaqueros. Sobre el juicio podemos apuntar que el primer testigo fue un contador que realizó un informe en 2017 sobre la situación patrimonial del imputado Cajal Gauffín. Y de otras dos personas investigadas para detectar algún indicio de incremento patrimonial injustificado.
Luego, la segunda testigo era una mujer que tenía una propiedad en Vaqueros y que el 23 de enero de 2017 se encontraba fuera de la provincia, de vacaciones, junto a su hija de 4 años. Por ello, dejó al cuidado de la casa a una amiga y su pareja. En su declaración recordó que ésta le avisó que ese día pasó por la mañana un hombre con un perro caniche tratando de localizar a sus dueños. También relató que incluso le envió fotos y datos para que lo publicara en las red de vecinos, lo que no concretó.
El hombre con el caniche que averiguaba datos
De esta manera, la testigo apuntó que al ver las fotos que le enviaron, le llamó la atención que esta persona estuviera adentro del terreno. Y por los datos aportados, le dijo a su amiga que no reconocía a la mascota ni el nombre brindado por el hombre. Además, señaló que transcurrido el tiempo y analizando datos que fue conociendo, le resultó llamativo una particularidad. Que la casa de Jimena Salas, al igual que su casa estaba emplazada en una esquina. También era de color amarilla, vivía con una niña pequeña e incluso ambas eran comunicadoras sociales.
A continuación declaró la mujer que quedó a cargo de la vivienda donde el 23 de Enero de 2017 se presentó el sospechoso. A éste lo describió como delgado, blanco y bien presentado, con un perro caniche preguntando por sus dueños. Así también brindó detalles de la conversación y refirió incluso que le ofreció que le dejara la mascota en la casa si estaba apurado. Sin embargo, esta persona se retiró con el perro y le dejó un nombre y un número de teléfono que aparentemente era falso.
Luego declaró el perito del CIF del área de Informática, que tuvo intervención meses después del hecho. Según detalló, trabajó en el exhaustivo análisis de cámaras públicas y privadas en procura de identificar un automóvil señalado como sospechoso. En relación al imputado Vargas, señaló que de entrevista con la suegra y otro familiar político, obtuvo malas referencias de su comportamiento. Y que se supo que las sandalias que ofrecía a los vecinos del barrio San Nicolás, era un par que la suegra manifestó que había comprado para regalar a una de sus nietas.
