SALTA (Redacción) – Gran indignación en El Carril con el servicio que brinda SAETA y porque no tiene los colectivos adaptados para todo tipo de usuario. Un vecino de esta localidad que se mueve en silla de rueda mostró su disconformidad con la empresa. Es que el colectivo «chato» suele demorarse más tiempo de lo planeado y es uno de los pocos adaptados para subir. O hay que rogar que al articulado no se le trabe en la rampa.
Hace un tiempo ya hizo público su descontento y empezó a reclamar por las condiciones de los colectivos SAETA en El Carril. Las personas que se mueven en silla de rueda tienen que hacer un largo recorrido para poder trasladarse. La denuncia volvió a ser la misma ya que sigue sin haber unidades móviles habilitadas adaptadas para personas con discapacidad.
Si el colectivo chato no llega, está por otro lado el articulado. Lo que muchos ven como algo sencillo y de fácil solución, las personas que se ven vulneradas se preguntan qué pasa si se traba la rampa. Este es un problema habitual a pesar de que digan que los colectivos de SAETA son nuevos. «La rampa se traba así que no podemos subir», manifestó el vecino de El Carril que hizo la denuncia.
«Yo hablo a nivel general porque nos sentimos discriminados, parece que las personas con discapacidad somos molestias para ello», expresó. Siguió manifestando su disconformidad y critica, resaltando: «no quieren que progresemos, nosotros también queremos salir adelante, queremos independizarnos». No es el único antecedentes donde se vieron afectados personas en silla de rueda. Se repite la historia en otras localidades
SAETA y otros antecedentes
La historia se repite en otras localidades del interior provincial. Las unidades de colectivo de SAETA no está adaptadas para que accedan a ellas personas que se transportan en silla de rueda. Días atrás fue visible la imagen de una mujer en Quijano, a la cual la tuvieron que atar con una especie de cuerdas ya que el cinturón para estas personas no funcionaba. La misma tuvo que ser subida por dos pasajeros ya que no disponía de una rampa.
Otro problema igual de grave es el tiempo que deben esperar las personas que necesitan un colectivo chato o articulado en la Capital o en otras ciudades. No todos los colectivos de SAETA están adaptados para recibir a personas con sillas de rueda y muchas veces se quedan sin la posibilidad de viajar o movilizarse. Para colmo, la mayoría de los remises son a gases y se vuelve imposible poder guardar la silla en el auto.