SALTA (Redacción) – La Iglesia se vio envuelta en una inesperada polémica. Es que el Arzobispado de Salta apeló la medida cautelar que dispone que la Confitería y Panadería San José debe quedarse durante tres años en el local que pertenece a la curia. La institución religiosa solicito el desalojo inmediato de la cooperativa qué funciona en ese local desde 2020 cuando quebró la empresa que poseía la confiteria.
Sonia Oviedo, tesorera de la confitería mostró su malestar con la Iglesia por el pedido de desalojo. “Nos enteremos este fin de semana que la Iglesia presenta una apelación a la cautelar esa donde en su párrafo inferior nos dice de un desalojo inminente. Imagínense somos ocho trabajadores que vivimos de esto, que la hemos luchado muchísimo en plena pandemia “, expresó.
La integrante de la cooperativa qué funciona en el local de la Iglesia aseguro que las deudas de la confitería hacienda en a cifras astronómicas. “Nos han dejado con una situación que desconocíamos, de cómo llevar a cabo un negocio, como seguir con esto y lo que apelemos y queremos y le imploramos, que el derecho a la propiedad no sea más fuerte que el derecho al trabajo”, resaltó.
“Sabemos que es una propiedad de la Iglesia, no es un capricho estar acá. Nosotros tenemos todo embargado por AFIP, por los antiguos dueños. Hay una deuda millonaria que es dueña de todo eso, a nosotros nos sacan de acá y no tenemos un lugar para ir a trabajar, no tenemos maquinaria, no tenemos nada”, señaló Sonia Oviedo.
El pedido a la Iglesia
Por último le pidió a la Iglesia que revea su decisión y les permita seguir con su actividad en la confiterá. Nosotros en estos dos años hemos logrado conseguir pagar deudas y compramos pequeñas cosas para seguir trabajando pero no tenemos nada para irnos a otro lugar. No es un capricho, eso queremos que entiendan. Que la iglesia nos apoye. Apelamos a eso, a que la iglesia quiera sentarse y charlar y ver y llegar a un acuerdo, nosotros somos de perfil bajo, tenemos una lucha en silencio”, concluyó.