SALTA (Redacción) – La pandemia frenó al sistema sanitario en general y uno de los temas y problemáticas que quedó de lado fue el abordaje de la salud mental. Desde entonces no pararon de cesar los reclamos y pedidos para que se abran más centros de atención. Actualmente en el sistema público el único que atiende esta problemática es el Hospital Miguel Ragone.
A esta lista de quejas y reclamos se sumó Mirta Lapad, encargada del Ministerio Público Pupilar, se manifestó sobre la falta de espacios para atender la salud mental. Aclaró que el hospital actualmente está «desbordado». «Estamos todo el tiempo interponiendo acciones judiciales para que las personas que necesitan un tratamiento puedan hacerlo», contó al mismo tiempo.
Críticas a la Ley de Salud Mental
La funcionaria judicial recordó que «la ley de salud mental rige desde 2010 y abarca las patologías que afectan a la mente de las personas y que les impiden manejar su vida con discernimiento, intención y voluntad». Aclaró que dentro de esto se incluyen los problemas de adicción, que es un problema que va en constante aumento y afecta principalmente a los más jóvenes. Esta es la población sobre la cual tiene potestad de intervenir desde el Ministerio Público Pupilar.
«La atención a la salud mental, la medicación y obviamente de las terapias para abordar estos problemas ha evolucionado considerablemente», reconoció. En este sentido, detalló que «la ley garantiza el respeto del paciente como ser humano y la posibilidad de que participe en cualquier proceso de protección y de restricción de capacidad». Esto le da al mismo tiempo la libertad de defensa y el acceso a un profesional o a un abogado.
El enfoque de las políticas públicas
Al mismo tiempo, destacó que es necesario implementar diferentes tipos de políticas o programas para un correcto abordaje de la salud mental. La ley busca » generar herramientas y distintos tipos de atenciones según la problemática que afecta a la persona», destacó Lapad. Además aclaró que «no deben ser solo resumidas a la internación, sino contemplar alternativas y el acompañamiento de la familia. Esto es muy difícil de sobrellevar si no hay un acompañamiento desde el Estado, ya sea proveyendo la medicación y haciendo el control o seguimiento de su historia clínica. También es importante ayudar y enseñarle a la familia cómo manejar las situaciones que se producen y que son, en muchos, casos de alto riesgo».
Con respecto a las falencias de la salud mental en Salta, detalló que la falta de recursos humanos y lugares es el principal problema. «Nuestra mayor preocupación ahora es la falta de respuesta y de políticas públicas. Estamos todo el tiempo interponiendo acciones judiciales para que una persona que necesita un tratamiento, que es competencia exclusiva del área de salud mental, lo haga con una orden judicial. No es lo más adecuado porque no todas las personas tienen la posibilidad de acceder a la Justicia, sobre todo la gente del interior». Finalmente, concluyó diciendo que «tampoco puede ser el hospital Ragone el único referente de la atención, que por otro lado está colapsado».
