SALTA (Redacción) – Estamos en la hora del Milagro en Salta y el pueblo salteño está envuelto en la fe y el credo. Peregrinaciones, celebraciones religiosas y liturgias. Mario Antonio Cargnello, el arzobispo, celebró el reencuentro presencial después de lo que fueron los años de pandemia. Tras la finalización de la misa estacional del día de hoy dejó un mensaje para el pueblo y la comunidad.
El monseñor de Salta resaltó el vínculo del pueblo salteño con la figura de Dios y la fuerza de la fe. En este contexto, Cargnello también agradeció toda la ayuda recibida en el peor momento de la pandemia del coronavirus. Después de dos años el pueblo volvió a la calle y salió a demostrar su respeto al Señor y la Virgen del Milagro. La Catedral Basílica es el principal centro de atracción.
«Cuando comenzó la pandemia nos preguntábamos que iba a pasar en el corazón humano en el vínculo con Dios. Todos recordamos la imagen del papa Francisco solo en la plaza de San Pedro puesto delante de un Cristo de la salud en Roma», expresó Cargnello. En esta dirección, aseguró que la fe del hombre no se puede borrar y que está perdura a lo largo del tiempo y a pesar de las circunstancias.
La pandemia fue la confirmación y «la experiencia más fuerte es que estamos todos en una misma barca. No se puede borrar del corazón del hombre el ADN de su pertenencia a Dios», resaltó el monseñor. Cargnello habló al frente del gobernador Gustavo Sáenz y de Bettina Romero, destacó la llegada de los peregrinos de diferentes puntos de la provincia. Agradeció a los curas, religiosos y las instituciones sanitarias que recibieron a los peregrinos.
El monseñor aseguró que Dios está en la presencia constante
Por último, Cargnello cerró su breve discurso celebrando el fin del coronavirus. «Parece ser que vamos saliendo de toda esta pandemia o por lo menos bajaron los casos. Esta es la respuesta. Ayer desde las 13 hasta las 4 am no pararon de pasar los peregrinos en grupos numerosos que nos han desbordado. No se puede borrar del corazón del hombre el ADN de su pertenencia con Dios. Esto que celebramos es la expresión de que Dios está en medio de nosotros», finalizó.
