SALTA (Redacción) – La pandemia del coronavirus no sólo marcó un antes y después por la magnitud de contagio y víctimas fatales que se cobró la enfermedad. A esto también se sumaron las medidas de encierro y aislamiento que cambiaron el comportamiento de la sociedad. Mario Antonio Cargnello en el marco de las celebraciones del Señor del Milagro celebró el reencuentro con los fieles y aseguró que la fe está más viva que nunca.
Esta mañana dio la Misa Estacional Solemnidad de la Bienaventurada Virgen del Milagro al iniciar el Triduo. “La experiencia vivida durante la pandemia pone en el corazón la necesidad de vivirla a la vida, y la expresión elocuente de la vida es el camino», fueron las primeras palabras de Cargnello. Resaltó y celebró la presencia de los peregrinos que llegaron a la Capital desde diferentes puntos de la provincia y del país. «Uno percibe esa experiencia de vida que se expresa y se alimenta en el caminar juntos», valoró el monseñor.
Este año el lema del Milagro es «un camino de testimonio y de fraternidad». Al respecto, Cargnello recordó que «María es la que camina. La marca de la fe fue su respuesta a la palabra de Dios. María guardaba lo que sucedía en su corazón y lo maduraba en el encuentro con la palabra de Dios». De esta manera, aseguró que «el corazón de María está atravesado por la palabra de Dios, y la Virgen fue creciendo no como una mujer remisa».
El monseñor aseguró que la fe está más viva que nunca a pesar de la pandemia
Remarcó que «la Virgen fue todo lo contrario a una mujer sometida, era una mujer que buscó, que creció y que compartió la fe». Remarcó que «María del Milagro es la bandera de la fe del pueblo de Salta«, afirmó Cargnello. Así se dio el reencuentro con los fieles en esta conmemoración tan importante para los salteños. «Enseñando en escuelas y universidades, las mujeres salteñas prolongan, y con ella los hombres, la fe de María atravesando la cultura de nuestro pueblo, y hoy sigue siendo así».
Fue en este punto clave que reconoció su preocupación en el marco del coronavirus. «Cuando empezó la pandemia nos preguntábamos, manoteando ideologías, ¿Qué va a pasar con la fe del pueblo? Ustedes nos muestran que la fe no ha muerto. Ustedes nos exigen que, como iglesia de Cristo, sigamos alimentando la fe de un pueblo que se dignifica en el encuentro con el Señor y la Virgen», apuntó Cargnello.
Por último, «la fe nos da certezas, se convierte en una esperanza que moviliza, por eso se camina», planteó. El obispo monseñor Cargnello afirmó que «esto no es querer imponer, desde la Iglesia, una cristiandad que ya pasó. Es respetar la fe de nuestro pueblo, no rebajar la calidad del creyente, porque el buen creyente, no tengan miedo los que no creen, es un buen ciudadano o debe serlo».
