SALTA (Redacción) – Se termina la semana y la fiesta del Milagro. Motivo de celebración, encuentro, unidad, paz y hermandad en toda la provincia. La Municipalidad de Tartagal se mantuvo cerrada durante todos estos días porque Mario Mimessi así lo dictaminó en su rol de intendente. Contradictoriamente a lo que propuso siendo diputado provincial que quería eliminar todos los símbolos religiosos de las entidades públicas.
A través de una resolución el intendente de Tartagal determinó que prácticamente toda la semana fuera feriado municipal. Es decir, Mimessi planteó que más allá del 15 de septiembre que es el feriado corriente, también lo sean los días 13, 14 y 16. Todos esos días fueron «no laborables» debido a las festividades del Señor y la Virgen del Milagro en toda la provincia. Un claro acto de religiosidad o de oportunismo político, como cada uno quiera tomarlo.
Mario Mimessi argumentó esta decisión y defendió su postura. «Dada la trascendencia cultural y de fe que registran las celebraciones en honor del Señor y la Virgen del Milagro, como así también la gran concurrencia de vecinos de la Ciudad de Tartagal», justificó el intendente. No importa lo que haya pensado, esta celebración da lugar a respetar la voluntad de la comunidad salteña.
¿Se acuerdan cuando el intendente siendo diputado quiso quitar elementos religiosos de las dependencias del Estado?
Esta postura pareciera, a priori, contradictoria con lo que sostuvo y pensó algún tiempo atrás. Hay que recordar que en el año 2019 mientras era diputado provincial propuso quitar los símbolos religiosos de las dependencias estatales. Mimessi argumentaba en esa ocasión que era para «garantizar el principio de laicidad del Estado, el efectivo cumplimiento de libertad de culto y de conciencia consagrados en la Constitución Nacional y Provincial”.
«La presencia de símbolos religiosos en todas las dependencias del Estado, demuestra la existencia de un Estado Confesional en la práctica -lo que evidencia un comportamiento anticonstitucional-. Un Estado que no sólo sostiene económicamente a una religión en particular, sino que está atravesado en todas sus acciones y decisiones por esa parcialidad», justificaba Mimessi. Por lo visto, siendo intendente y cerca de una nueva elección se olvidó de su prédica.
