SALTA (Redacción) – El Milagro en Salta ya comenzó y miles de peregrinos están celebrando esta fiesta religiosa. La misma central está a cargo del monseñor Mario Antonio Cargnello quien anticipó que nadie puede creerse más que nadie y que este momento sirve para dejar de lado el orgullo y prepararse para luchar contra las pobrezas materiales y espirituales.
Fue en la última misa de ayer que dio un duro discurso que se relaciona directamente con lo que estamos viviendo. «La fiesta del Milagro es una oportunidad para volver a aquel que es nuestra seguridad”, señaló Cargnello. En este sentido, remarcó que el Señor observa la fragilidad, los pecados y la influencia de la cultura que termina diluyendo el rostro de Jesús que es nada más y nada menos que la verdad misma.
A su vez, recordó que esta festividad que convoca a miles de feligreses «limpia y refresca el corazón, fortalece la vida». Por lo tanto, todo esto no hace más que refrescar y resaltar que el Milagro «es un verdadero encuentro de fe entre Dios«, aclaró Cargnello. En otras palabras, nos anuncia la libertad, dignidad humana y el mensaje propio de salvación.
El monseñor y su propuesta para esta celebración del Milagro
Por lo tanto, el objetivo de este Milagro es que todos los creyentes sean conscientes de cuál es el objetivo. Justamente Cargnello sostuvo que el deber es luchar contra «las pobrezas materiales y espirituales». El monseñor llamó a los salteños a abrir su corazón y celebrar esta fecha con el corazón abierto. Hay que dejarse » sorprender por el Señor y lo vivamos desde la fe y la confianza».
Finalmente, también aclaró que esta fiesta implica un claro encuentro con Jesús y se produce paz en nuestros corazones. Por lo tanto, nadie «puede venir al Milagro creyéndose perfecto» ya que «solo cuando nos arrepentimos, nos sentimos frágiles y reconocemos que el único título que nos acerca al Señor es el ser pecadores es entonces que podemos celebrar el Milagro», afirmó Cargnello.
