SALTA (Redacción) – La contundente medida que tomó ayer el Gobierno Nacional con respecto al servicio de transporte público afecta fuertemente a las provincias. A modo castigo por el fracaso de la Ley Ómnibus, el presidente Javier Milei decidió que dejar de dar subsidios a la oferta y ahora se subsidiará únicamente a quienes accedan a la tarifa social.
Esto obliga a que las diferentes compañías y los convenios firmados con municipios o provincias se revean. Por eso Claudio Mohr, presidente de SAETA, explicó que medidas evalúan tomar con este nuevo escenario. Con el objetivo de aliviar un poco los nuevos valores se establecerá un sistema de trasbordo a todas las unidades de colectivos para garantizar el acceso al transporte.
De este modo, si un salteño necesita tomar dos colectivos solamente pagará uno de ellos sin importar que se traten de corredores diferentes. “Se aplicará en los usuarios con gratuidades, esto para que puedan aprovechar el beneficio que ahora tiene un uso racional luego de haberse detectado muchas inconsistencias”, aclaró Claudio Mohr.
Desregulación del transporte público
Con las modificaciones establecidas desde Nación hay un claro cambio en el sistema de transporte público. Si bien, el Gobierno anunció que todos aquellos que necesiten “del aporte del Estado Nacional, seguirán contando con el tributo social a través de la tarjeta SUBE”. ¿Qué pasa donde no hay SUBE? Cada localidad debería gestionar la oferta del servicio de acuerdo a sus capacidades. Dicha ayudaría contaría con 55% del valor del pasaje siempre y cuando te reconozcan una situación de pobreza o vulnerabilidad.
En otras palabras, es lisa y llanamente la desregulación del servicio de transporte público. Por lo tanto, las compañías tienen las facultades para subir el valor de sus tarifas sin ningún tipo de límite. La medida cayó muy mal entre los gobernadores y abre un nuevo episodio de discordia y pelea entre Nación y las provincias. Todo esto afecta directamente a la ciudadanía.
