Lo que empezó como una tragedia hoy se convierte en una transformación estructural: el Mercado San Miguel de Salta avanza en su reconstrucción, tras el incendio que destruyó el 60?% del edificio en noviembre. La mudanza de 220 puesteros a una sede provisoria marca el inicio visible de la obra.
El nuevo espacio, ubicado en Pasaje Miramar 433, fue acondicionado con baños, techo, desinfección y sistema de seguridad completo. Aunque hay más de 200 puestos listos, se postergó la apertura para realizar ajustes finales junto a los feriantes. “Fue un arduo trabajo, pero hoy podemos decir que lo logramos”, señaló el interventor Emilio Gutiérrez.
El traslado coincide con el inicio de una obra clave para la gestión de Emiliano Durand, que apuesta a recuperar un nodo histórico no solo para el comercio, sino también para el turismo y la vida urbana. “Esto ya tomó forma, es una etapa nueva para toda la comunidad”, dijo Gutiérrez.
La reactivación será gradual: a medida que avance la obra, los puesteros irán regresando. El compromiso es mantener la actividad, proteger el empleo y renovar un ícono fundacional de la capital salteña. La apuesta responde también al peso simbólico del mercado para las familias que llevan generaciones trabajando allí.
Pero el proceso no es solo técnico. La concejal Agustina Álvarez anunció que denunciará al ex presidente Pepe Muratore, a quien acusa de administración ineficiente. También confirmó que los nuevos accesos a puestos serán por concursos públicos transparentes.
Con obras, reubicación y causas judiciales en juego, el Mercado San Miguel dejó de ser solo una postal tradicional para convertirse en un frente de transformación urbana, política y económica en tiempo real.
