SALTA (Redacción) – El Municipio de Aguaray tras la destitución del intendente Jorge Prado continúa con una fuerte tensión social que divide a la población. Sobre este contexto el actual interventor de Aguaray, Adrián Zigarán, dialogó en exclusiva con Salta4400. En este sentido describió: «Me encontré con una sociedad divida en donde parece que permanentemente hay un Boca-River». Además, analizó la situación política de la localidad y aclaró que «el municipio no es trinchera de nadie».
«Hay que ir volviendo a la normalidad»
Respecto al conflicto social en Aguaray, el interventor aclaró que al mismo tiempo los vecinos «quieren dar vuelta la página de esta historia». «Fueron muchos meses de desgaste, entonces hay que ir volviendo a la normalidad de la mejor manera posible», consideró Zigarán. Sobre la «tarea» que le «encomendó el gobernador» detalló: «Que la gente vuelva a hacer sus cosas, a bajar un cambio, a poder hacer una vida normal. Si no hay una vida de permanente enfrentamiento que no sirve de nada. Esos son los objetivos principales».
Durante la entrevista este medio le consultó al interventor sobre las facciones que hay en el municipio. «Esta la gente que está a favor del intendente (Prado) y la gente que está en contra, en la cual ya se dirimió en la legislatura. Por lo cual ya se deberían empezar a arreglar las cosas, pero hay gente que es reacia a la intervención y generan más problemas que soluciones, porque dan a conocer versiones que no son verdad», reclamó.
«Se arman unos despelotes de novela»
Allí señaló: «Entonces alteran a las comunidades aborígenes, a distintos sectores como que se va a echar a la gente, como que se va a vender tierras donde están misiones. Y lo lamentable es que la gente cree, se arman unos despelotes de novela. Fogoneados por esta gente que no entienden que no es un tema si a Adrián Zigarán le va bien o mal». De esta manera, aclaró: «Vamos a avanzar para normalizar el municipio y para que el año que venga, la gente de Aguaray elija a su intendente».
Sobre si le gustaría seguir en el cargo luego de las elecciones, Zigarán consideró: «Lo mejor que puede pasar es que el 10 de diciembre del 2021 el interventor le entregue el mandato al intendente electo y se terminó mi paso por Aguaray». En tanto precisó que para postularse debe tener dos años de residencia. «La idea es que la gente elija su propio intendente en donde la municipalidad, sea un terreno imparcial», agregó.
Luego, sobre la reunión con los concejales del distrito reveló que dialogó primero con el presidente del Concejo Deliberante. «Le pedí que sea él el que invite al resto de los concejales y a las fuerzas. A mí me nombran y desconozco como es la composición de la sociedad de Aguaray», aclaró. «Él hizo de nexo y otros concejales también, para que asista el párroco de la iglesia, la supervisora de la escuela, el comandante de gendarmería, la gerente del hospital, todas las fuerzas vivas», indicó.
Gestión Prado y la multiplicación de empledos
Al consultar sobre la administración de «Kike» Prado y qué hizo durante estos 10 meses de gestión, Zigarán brindó un dato revelador. «En la intendencia de Alcoba había 80 empleados eventuales. En la de Darwich había 160 empleados eventuales, que es una suerte de subsidio contraprestación. Y en la de Prado nos encontramos con 295 empleado eventuales. Fue creciendo el doble a medida que avanzaba las gestiones», comparó.
Asimismo se refirió a la cuestión económica que vive la localidad: «En el tema finanzas, el intendente Darwich dejó 3 millones y medio de pesos en el banco a favor del municipio. Y en la foto que sacamos esta semana de qué cosas tenemos, nos encontramos con 19 millones de pesos en rojo». «Esa es la foto del tema de las finanzas, un agujero importante», describió el interventor. Por esto se le consultó si van a pedir a la auditoria de la Provincia para investigar el tema.
«A instancia del contador Diego Argañaraz que me acompaña desde Salta, el viernes entro una nota del municipio pidiendo la intervención de la auditoria de la provincia. Entendemos que a mediados de noviembre va a llegar la auditoria al municipio y ahí se establecerá la composición de esos 19 millones de pesos», indicó. En la misma línea apuntó: «Porque puede ser una mala administración, puede ser que ingreso gente de más o un hecho doloso. Eso lo determinara la auditoria».
«El Municipio no es trinchera de nadie»
Sobre las discusiones políticas Zigarán describió: «No hay un descanso electoral, sino que es permanente el tema electoral. Lo cual genera enfrentamiento, violencia, rispideces entre los dos sectores o tres que se pueden llegar a dar y eso genera problemas». «Prado estuvo por los parajes repartiendo mercadería, él ya se está postulando para las elecciones del año que viene», reveló. «Adeco, por otro lado también hace lo mismo», señaló a otro dirigente.
Sin embargo, el interventor aclaró: «Yo no voy a tomar partido por nadie y nos vamos a encargar. Primero tenemos que re perfilar la deuda que encontramos y después tenemos que administrar el municipio para todos». «Esa es la prioridad que le pedí a mis secretarios que asumieron hoy, que no haya banderías políticas y que el municipio no es trinchera de nadie», remarcó de manera contundente.
Los pedidos de la población
«La intendencia requiere mucha gestión y me absorbe la mayor cantidad del tiempo escuchar a cada uno de los vecinos. Vienen de arrastre en cuestiones de más de 20 años, que la ansiedad hace que crean que el interventor lo puede resolver en 10 días», explicó. «Entiendo que hay que escuchar a todos y lograr de pacificar, cerrar la brecha que existe que nos va a costar un tiempo. Pero necesitamos también hacer gestión», concluyó.
