SALTA (Redacción) – Si bien se legalizó el aborto en Argentina, no todas las voces fueron a favor de tal postura. Es el caso del senador nacional por Salta, Juan Carlos Romero, quien mantuvo su postura idéntica a la del año 2018 en relación al aborto legal. Es decir, votó en contra del aborto legal en el país. “Ahora estamos ante una ley que no es mejor que aquella, esta es una ley más extrema, más difusa”, lamentó.
A su vez, enfatizó que la única diferencia es que “en aquel entonces gobierno propició un debate sin presionar”. Al contrario, Romero entiende que esta ley “es enviada por el poder ejecutivo y prestada por la Secretaría legal y técnica de la presidencia; es un compromiso de campaña del Presidente Fernández y se ha visto este respaldo en su desvelo para alinear la voluntad de muchos indecisos”.
“Yo me pregunto, toda esta gente que es o apoyó al oficialismo, que trabajaron para que llegara a la presidencia su actual titular ¿no escucharon que esto fue prometido en campaña? Todos sabemos que hasta el Papa Francisco colaboro con el sector que hoy gobierna el país, desde la promoción de unidad al peronismo”, arremetió el mismo.
La complicidad del poder detrás del aborto legal
En esta línea, disparó contra la vice presidenta en sus visitas reiteradas a Roma, las declaraciones del santo padre con críticas a los jueces federales y a los medios hegemónicos. A su vez, aseguró que la UCA colaboro con este armado, cuando adelanto la cifra errada de pobreza el año pasado y también criticó duramente el adoctrinamiento de diversos grupos de curas a los que llamó “curas villeros”.
«Yo los he llamado curas villeros, que es una especie de tercermundismo tardío. Acá la vicepresidenta se juntó con ellos en el 2016 en la isla Maciel, donde se comprometieron los curitas estos a acompañar la propuesta de un frente”, advirtió. En este sentido, comentó que los mismos, en el 2017 enviaron una solicitada pidiendo lo que ellos llaman liberación de presos políticos.
En este aluvión de complicidad, Romero recordó otros referentes. “No nos olvidemos de la presentación federal del Consejo argentino contra el hambre, que acompañaron a Alberto el obispo de Quilmes; el presidente de caritas, el titular del observatorio de la UCA, el Premio Nobel de la Paz. Entre todos aceptaron nuevamente, y facilitaron la foto con quienes sabían habían prometido la ley que estamos tratando”, sentenció.
La doble moral
De esta manera, insistió en la doble moral vigente. “Muchos votantes que en redes sociales defienden las dos vidas, pero aun sabiendo que esto iba a pasar respaldaron la fórmula que hoy gobierna”, subrayó. Si bien resaltó como algo positivo que el Presidente cumpla su promesa de campaña, lamentó la realidad de “aquellos que hoy se desgarran las vestiduras por la ley y ayudaron a que este gobierno llegue”.
A su vez, Romero pidió que una vez agotado este tema, se cumplan otras promesas electorales. “Volver a hacer funcionar la economía, reactivar el Mercosur, acelerar el crecimiento a las exportaciones, terminar con el hambre, construir viviendas, recomponer el ingreso de los jubilados”, indicó. De hecho, aclaró que “está sucediendo todo lo contrario a lo que prometieron”.
“Estamos atravesando uno de los momentos más difíciles, el hambre, la desocupación, la cuarentena mal dispuesta, el peso de 42 mil argentinos muertos, la pobreza que ha trepado a casi el 50%, inflación, inseguridad. Mientras tanto, hoy estamos discutiendo esta ley que no ayuda a la unidad, porque es una ley que nos obliga a decir sí o no. No existió la posibilidad de mejorar una ley, de acercar posiciones, consensuar. Es un mecanismo que eliminó la posibilidad de encontrar tonos grises”, profundizó.
— Senado Argentina (@SenadoArgentina) December 30, 2020
