SALTA (Redacción) – Cada vez es más habitual que se combinen las vacunas contra el coronavirus especialmente en las dosis de refuerzo o de complemento. Esto se utiliza para prolongar el tiempo de protección y es una medida que promueve el Ministerio de Salud conducido por Carla Vizzotti desde el 2 de noviembre para todas las personas mayores de 50 años que se hayan inoculado con Sinopharm y para los mayores de 3 años inmunocomprometidas y vacunada con cualquier marca.
Guiándose por las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en aquel momento la ministra había aclarado que «La evidencia muestra que se puede avanzar en las personas inmunocomprometidas, que tengan las defensas bajas por cualquier motivo, mayores de 3 años que hayan recibido cualquier esquema de vacunación. Vamos a trabajar en la planificación y distribución con cada una de las provincias» para asegurar las vacunas contra el coronavirus.
Otro dato que resaltó Carla Vizzotti fue que se debe tener en cuenta que no es lo mismo la vacuna de la tercera dosis que dosis de refuerzo, ya que «la tercera dosis complementa el esquema primario para ampliar la protección y el refuerzo, después de haber recibido el esquema primario recomendado, lo que hace es reforzar la inmunidad en forma periódica y eso es al menos 6 meses después de haber recibido el esquema primario».
Aval de otros científicos
Expertos en infectología sostienen que la aplicación de tercera dosis, que sea diferente al esquema original no genera ningún efecto adverso ni extraordinario sobre la salud del inoculado. «No tiene por qué. Nuestro organismo va a responder siempre como responde a una vacuna (….) por ejemplo con fiebre, dolores musculares, escalofríos, sensación de cansancio. No se han descrito efectos adversos llamativos por ir aplicando dosis sucesivas», detalló el un antiguo presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.
Mario Lozano es un virólogo y doctor en Ciencias Bioquímicas y resaltó que «la combinación de vacunas, es algo que en vacunología se usa cotidianamente y se sabe que funciona muy bien, siempre que se trate de vacunas individuales que tengan una eficacia comprobada como son las que estamos usando en Argentina, y que tengan además seguridad comprobada».
Por último, la tercera dosis para la franja etaria superior a 50 años y su aplicación no deberá superar las cuatro semanas. «Se priorizará una dosis adicional heteróloga, para lo que se recomienda el uso de una vacuna de virus no replicativo [AstraZeneca, Sputnik V y CanSino comparten esa plataforma] según disponibilidad, condiciones que faciliten la rápida descentralización y acceso, para lograr cubrir con esquema ampliado a toda esta población en el menor tiempo posible», concluye un documento que fue elaborado por la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles.