Después de hablar sobre un año «accidentado» en su mensaje del día de Navidad de 2019, el 2020 de la reina Isabel II no ha tenido un buen comienzo. El miércoles, su nieto, el príncipe Harry, y su esposa, Meghan Markle, anunciaron que planean dar un paso atrás como miembros de la familia real, volviéndose financieramente independientes y dividiendo su tiempo entre el Reino Unido y América del Norte.
La noticia fue seguida rápidamente por un mensaje un tanto contradictorio del Palacio de Buckingham, señalando que las «discusiones» sobre el asunto todavía estaban en la «etapa inicial», y agregando que había «problemas complicados» en juego por lo cual el futuro del duque y la duquesa de Sussex aún no puede ser decidido.
Una noticia inesperada
«La reina está devastada por la decisión, aunque había estado al tanto de su lucha en los últimos meses y estaba preocupada por su bienestar y felicidad», dijo una fuente real. La declaración emitida por Harry y Meghan, según la fuente, fue «personal» y no fue sancionada por el Palacio. «Muchos miembros de la familia se mostraron muy decepcionados con los Sussex», agrega la fuente, señalando que algunos miembros de la familia real han calificado la decisión como «egoísta».
La experta real Katie Nicholl habló en una reciente entrevista sobre la impactante decisión. «Los miembros mayores de la familia real, y sí, me refiero a la reina, no sabían que esta declaración llegaría esta noche», dijo Nicholl en su entrevista. «Creo que en el Palacio el estado de ánimo es de profunda decepción, y no creo que sea demasiado lejos como para decir devastación», agregó la experta.
Marcando el primer paso
«Harry es absolutamente querido, no solo por el público británico y en todo el mundo, la reina adora a Harry. Y, ya sabes, estaban en la etapa inicial de las discusiones, pero la sensación es que Harry y Meghan se han adelantado y emitieron esta declaración sin la cooperación total, sin su bendición y aprobación», continuó diciendo Nicholl.
