Justin Timberlake recordó un desastroso momento que vivió durante un concierto de caridad en 2003, donde la multitud le arrojó botellas llenas orina en el escenario. El cantante de 39 años apareció recientemente en el programa de entrevistas «The Graham Norton Show», y durante su entrevista el anfitrión le preguntó sobre la actuación, donde Timberlake cantó junto a The Rolling Stones en un evento para recaudar dinero. El concierto también incluyó presentaciones de AC/DC, The Guess Who y Rush.
La estrella notó que tenía un mal presentimiento sobre el evento antes de subir al escenario, pero igual se comprometió con la actuación. «Recuerdo haberle dicho a la banda antes de que subiéramos al escenario: ‘No creo que esto vaya a salir bien'», dijo al presentador. «Pero poco sabía, no tenía idea de lo mal que iba a salir», agregó el cantante. Timberlake explicó que la audiencia no solo era hostil sino que estaba preparada para serlo.
El trauma de Justin Timberlake
«Subimos al escenario y, de repente todo se convirtió en una locura en las primeras dos filas. Creo que ese festival albergó a medio millón de personas», explicó el cantante. «De repente, los fanáticos empezaron a arrojar botellas llenas de orina al escenario… No fue un buen momentos para mí, muchachos». La estrella pop bromeó diciendo: «Todavía tengo… todavía tengo el trauma de este incidente».
Timberlake continuó diciendo que tuvo la oportunidad de salir del escenario después de la primera canción. Sin embargo, se negó a hacerlo. «Pensé: ‘¡No, me quedaré aquí, estamos haciendo este concierto y vamos a terminarlo!'», agregó.. Desafortunadamente, la estrella no consideró que la segunda canción pudo ser peor para él que la primera. “En la primera canción, tenía el micrófono y podía moverme y cantar al mismo tiempo. Estaba un poco impresionado conmigo mismo”, dijo.
La segunda canción
“Entonces la segunda canción fue ‘Señorita… Toque un piano eléctrico de Rhodes en esa canción. Entonces, de repente, pensando: ‘¡Oh no, no voy a poder moverme por el escenario!’”. Timberlake terminó su historia diciendo: «Después de esa canción, sucedieron una de dos cosas: o se quedaron sin valor porque sabían que me iba a quedar allí parado, o se quedaron sin orina», explicó.
